Nota publicada online
Resultó ganadora la propuesta de Irene Kopelman | Proyecto: Campamento de dibujo, quien se lleva los cien mil de premio más otra suma que triplica el monto, para la ejecución del mismo.
Esta primera experiencia innovadora, por el sistema abierto que propició, se llevó a cabo con éxito de público, culminando con una tercera jornada donde los jurados evaluaron la experiencia y se anunciaron los premios. Descripta por todos como muy intensa, el resultado pudo evaluarse en una mesa final con los jurados.
Fue interesante para quienes estuvieron presentes en las dos instancias donde los seleccionados, entre los que había jóvenes y consagrados artistas, hicieron sus defensas. El sistema incluía aceptar las preguntas de los jurados. Se consiguió transparentar de un modo renovador todas las instancias que normalmente se dan puertas adentro, lo cual tiene dos lecturas, una buena porque permite la asistencia de público ajeno y otra compleja, porque no hay numerosas experiencias de este tipo que terminen en la premiación del proyecto, no hay gimnasia del vivo si parodiamos a la tv. Estas circunstancias fueron destacadas por los dos responsables argentinos, la reconocida Ananké Asseff en la dirección artística y Fernando Farina en la coordinación general, pero figuraban en las bases de modo que los aspirantes debieron prepararse con anticipación.
Cada jornada contó con una conferencia de los dos jurados internacionales que se sumaron a Ticio Escobar, quien hizo la apertura en la presentación de la Bienal hace unos meses. Por un lado desde Colombia y con una amplia dedicación al contexto ambiental, José Roca reconocido tanto como curador como por haber fundado el espacio FLORA en Bogotá. Cruzando el océano, Chus Martínez, una española de nutrida trayectoria en gerenciamiento de espacios y curadurías internacionales, cuya relación con nuestro país se verifica en las numerosas presentaciones que ha hecho tanto en arteBA como en Malba o en la Universidad Di Tella.
El espacio de la Casa del Bicentenario sirvió de marco para estas presentaciones a lo largo de tres jornadas. En el cierre hubo mucha concurrencia y no sólo de quienes habían sido seleccionados. En la mesa de cierre previa a lectura de los premiados, se escucharon los análisis del reconocido Ticio Escobar, de Chus Martínez y José Roca, quienes fueron moderados por el rosarino Fernando Farina. Rescato tres cuestiones de esos discursos que habilitaron conversaciones muy amigables entre los jurados.
La primera tiene que ver con el alcance del encuadre Medio Ambiente como posibilidad de englobar ideas y proyectos. José Roca contó la experiencia de un grupo que habita la floresta amazónica en Brasil, que decidieron darse el nombre de florestinos y no ciudadanos pues no habitan ciudades, lo cual indica que hay un vacío para nominar algunas experiencias. Otra tan interesante fue deslizada por el mismo jurado, verificando la aceptación delantropocenoque sustituye al Holoceno, la actual época del periodo Cuaternario en la historia terrestre, debido al significativo impacto global que las actividades humanas han tenido sobre los ecosistemas terrestres. Esta causa hace que no se pueda separar el binomiohumano-naturalezacomo parte de sistema imbricado de relaciones necesarias. En el mismo sentido se había expresado Escobar en la presentación, cuando habló de las formas en que los aborígenes de la región paraguaya tienen para explicar las varias relaciones que competen y entrelazan al binomio sin diferenciarlo. Chus Martínez hizo una de sus apuestas muy claras, fue más lejos y se le escuchó decir que vio la poca experiencia de las presentaciones en vivo tanto como la comprobación de que no se habla de una temática sino de procesos que se ocupan de estas relaciones, procesos que involucran sentimientos, pasiones, deseos. Y enunció que faltó cierta osadía, tanto para presentarlos como para pensarlos, algo que requirió de ciertas ampliaciones aclaratorias por parte de los seleccionados. Es algo que debemos aceptar pues no es usual hacer público estos procesos tanto como escuchar opinar a los jurados sobre algún aspecto de un proyecto, pero sirve de gimnasia.
Resultó ganadora la propuesta de Irene Kopelman | Proyecto: Campamento de dibujo, quien se lleva los cien mil de premio más otra suma que triplica el monto, para la ejecución del mismo. El segundo premio Martin Huberman & Estudio Normal | Proyecto: Niebla, les da acceso a una beca en la residencia Internacional FLORA ars+natura (Bogotá, Colombia). Finalmente el tercero que consistía en una beca de residencia en MANTA (San Martín de los Andes, Argentina) recayó en Fabián Bercic por el Proyecto: reedición en cortometraje de Das Triadische Ballet de Oscar Schlemmer.
Estaremos esperando asistir a la apertura programada para el próximo año donde se podrá participar de la experiencia innovadora de Kopelman, una argentina que vive en Holanda.