La obra que esta semana se presenta presenta en una nueva edición de Backstage, un espacio online de Rubbers Internacional, donde podrán conocer en detalle a sus artistas y sus obras

Coincidentemente en España, la misma obra acaba de ser distinguida con el Premio Accésit en el III Certamen Internacional de Arte Abstracto Mario Saslovsky. El patrocinador y coleccionista de arte, residente entre Madrid y Buenos Aires, interesado en la abstracción, concibió este concurso para reconocer los méritos de un artista visual que cultive el citado género artístico.
Enmarcada dentro de la abstracción geométrica, la obra de Carolina se caracteriza por planos de colores plenos atravesados por severas líneas rectas. Sus trabajos gozan de la precisión técnica heredada de su maestro: Ary Brizzi. Si bien deja de lado los esfumados que la caracterizaban en sus inicios, se vuelve cada vez más etérea; los planos adquieren mayor importancia y la línea baila rítmicamente en ellos.

Como señaló Alberto Giuduci “Cerverizzo trabaja en suite y en ese continuo cada pintura parece enhebrarse a la siguiente, siguiendo en un único derrotero expresivo. Solo que ahora, los entrecruzamientos e interconexiones lineales se disparan en distintas direcciones sobre la tela, son más nítidos, tajantes, interactuando sobre un fondo plano de coloración intensa. En diálogo permanente, el soporte que contiene el tramado solo en apariencia es neutro: como un do sostenido presente en el todo, articula las sucesivas modulaciones del trazado de modo que el juego de intermitencias y vibraciones cromáticas produce un vértigo que por momentos parece querer huir de los límites precisos del marco que lo contiene. Como entonces, y como a lo largo de toda su producción, el discurso formal, el rigor compositivo, el cruce de armonías y disonancias tienen la cualidad de trascender lo aparente. Lo que aflora ante el espectador es otro espacio que el de la mera apariencia de lo visible. Pero hay, en este trasfondo, algo que fuga de sí mismo, que rompe el equilibrio, que tensa la quietud. Y eso, en la producción de la artista, es nuevo. En el tumultuoso ímpetu de las líneas y las tensiones que estas suscitan, Carolina Cerverizzo entreabre otras puertas de su yo.” 

Sobre su propia búsqueda ella afirma:  “Busco armonías y disonancias, comprimo los espacios y los expando, de construyendo y construyendo, en un juego de tensiones y distancias, alineando y desacomodando…." 

Lo cierto es que en Madrid y en Buenos Aires esta obra ha sido, coincidentemente, elegida.