Nota publicada online
Se realiza en el Centro Cultural Recoleta una exposición dedicada a Carlos Thays. Fotos, maquetas, planos, mobiliario urbano, objetos personales y documentos testifican sobre la vida y la obra de uno de los principales propulsores del embellecimiento del espacio público de Buenos Aires.
Carlos Thays (París 1849 – Buenos Aires 1934) llegó a Buenos Aires a principios de 1900. La celebración del centenario de 1910 estaba en puerta y, se vivía en Buenos Aires un fuerte impulso de progreso y desarrollo, producto del proyecto de modernidad. Entonces, los gobiernos tenían una clara vocación de Nación y necesidad de construir un imaginario de sociedad. Eso, se tradujo en el optimismo de planificación de la ciudad y sus parques como espacios socialmente habitables y proyectar el paisaje público como un espejo de la sociedad.
Uno de los principales fundamentos del paisajismo se basa en asumir que la naturaleza es una fuente de estímulos que posiciona las actitudes de los hombres frente a la realidad. Consiste en descubrir el significado y el valor de las sensaciones en cuanto experiencia de lo real. La naturaleza no solo es fuente de sentimientos, también induce a pensar. La jardinería produce, mediante una materia biológicamente viva, situaciones en continuo cambio, nunca repetibles exactamente, en donde lo simbólico adquiere una importancia esencial.
Como dice la curadora de la muestra Sonia Berjman en el libro La Victoria de los jardines. El jardín en la Argentina: “Un jardín cambia con las distintas estaciones del año, con el paso del tiempo durante el día, con nuestros estados de ánimo…es por eso que cada foto, cada descripción, cada plano, son sólo imágenes congeladas, instantáneas de momentos, estados del alma… de las plantas y de nosotros”
Thays fue conocido como el Jardinero Mayor de Buenos Aires. Su obra en el territorio argentino se desarrolló desde 1889 hasta bien entrado el siglo XX. Aunque francés de nacimiento y formación, adoptó a la Argentina como patria, estudiando y valorando su acervo natural y cultural. Construyó parques y paseos determinantes para la conformación de la imagen urbana nacional, incorporando flora extranjera y nativa y abarcando una amplia paleta de colores.
Como Director de Paseos de la Ciudad de Buenos Aires, Thays concretó y remodeló la mayoría de sus espacios verdes: parques 3 de Febrero, Los Andes, Ameghino, Colón, Patricios, Chacabuco, Pereyra, Centenario, Lezama, Avellaneda e Intendente Alvear así como las plazas del Congreso, de Mayo, Rodríguez Peña, Solís, Castelli, Brown, Balcarce y otras. También construyó jardines en hospitales, regimientos, edificios públicos y arboló las calles con 150.000 ejemplares.
En el interior del país ejerció como paisajista en varias provincias, destacándose su trabajo en Córdoba, Mendoza, Tucumán y Mar del Plata. Además de paseos públicos construyó parques para estancias y residencias privadas.
La exposición está dividida en varias secciones dedicadas a diversos aspectos claves de la personalidad y del trabajo de Carlos Thays:
Una vida, dos continentes: explica la vida privada y pública de Thays en Francia y Argentina.
El arte del jardín: muestra sus principales realizaciones públicas y privadas (plazas, parques y jardines; urbanizaciones; estancias y residencias)
Ciencia y técnica: se centra en su actividad relacionada con la botánica, el medio ambiente natural y la horticultura.
Rincón infantil: introduce lúdicamente a los niños en el conocimiento de las plazas de otras épocas.
Paseos virtuales: para quienes gustan de los paseos al aire libre, una video instalación los lleva a los parques de París y Buenos Aires.
Jardín Exterior: la exposición se completa con un Jardín de Bienvenida.
La figura de Thays también fue clave en la protección del patrimonio natural, la producción de la yerba mate y la botánica científica.
Los jardines y paisajes hablan de sus creadores, cuidadores, de sus usuarios y de sus visitantes. Con un sentido didáctico-estético, la muestra hace foco en la necesidad de valorizar y cuidar los espacios verdes urbanos y naturales del país. Para uno pensar en hacer un parque, tiene que estar pensando en el futuro. Pero no se puede pensar en el futuro si no hay esperanza. Planificar un parque o paisaje no es una mera obra pública, sino que es un proyecto que tendrán su esplendor dentro de 20 0 40 años, cuando los árboles y vegetación crezcan y desarrollen. Se piensa entonces, en un proyecto a largo plazo. Tahys proyectaba paisajes pensando en un lugar para nosotros, nuestros hijos y nietos y los que vendrán.
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Hasta el 6 de diciembre
Centro Cultural Recoleta: Junín 1930Salas Cronopios, J y C
La muestra, de carácter itinerante, seguirá viaje a Tucumán, Mendoza,
Córdoba y Mar del Plata