Nota publicada online
"Historias. Sobre lugares lejanos y un sueño escondido", es la primera exhibición individual de Carlos Furman en la galería Gachi Prieto Arte Contemporáneo, con curaduría a cargo de Florencia Qualina.
Son juguetes. Juguetes inanimados que Carlos Furman fue comprando simplemente porque le gustaban. Juguetes que, en algún momento podrían convertirse en personajes de una ficción, en actores de algún microrrelato.
Carlos Furman es fotógrafo y uno de los más destacados en artes escénicas; desde hace más de treinta años está a cargo de las imágenes del Departamento de fotografía del Teatro General San Martín. Durante años su profesión lo llevó a ‘capturar’ ese momento mágico cargado de tensión en el que la obra cobra vida propia y el espectador ‘entra’ al escenario para convertirse en parte de esa ficción.
Furman encontró estos dos elefantes, el auto y, con lijas, construyó una carretera para la escena que había imaginado. Todo está preparado: las luces adecuadas, el auto fuera de foco, la tierra que sobrevuela. El artista mira a través de su cámara y aprieta el obturador. Escucha el click y, de inmediato, los elefantes pierden su condición de juguetes. Cobran vida y avanzan desafiantes por la carretera. Por esa carretera que el hombre construyó y que, desde tiempos inmemorables, era la ruta de los elefantes. El auto, ante semejante presencia, se detiene; ahora dominan nuevamente los elefantes. Esto no es ficción; esto sucedió en pandemia. Los elefantes como tantos otros animales -ante el auto confinamiento del hombre- recuperaron sus territorios.
También esto sucedió en pandemia; Furman creó escenas con juguetes que, frente al disparo de su Nikon, se volvieron tan reales como fantásticos. Estas lúdicas ficciones plasmadas en impactantes fotografías sin ninguna intervención digital y que, literalmente, flotan en el espacio de la galería, superan la capacidad de asombro tanto del espectador como del propio artista.
La muestra reúne 16 escenas que bien podrían habitar el mundo de los sueños y algunas pesadillas. Lúdicas y de impecable técnica, en cada una de estos relatos, Carlos Furman rescata la fantasía del niño que nos habita y que nunca deberíamos perder.