Nota publicada online
La Gran Sombra es el nombre elegido para esta nueva iniciativa que nació para dar visibilidad a artistas locales, en esta oportunidad de la región del nordeste.
tañemo’ ã. Esta palabra guaraní, de cadente musicalidad y cuyo significado es asombrarse, hacerse sombra, resume la experiencia vivida en estos días en la ciudad de Corrientes por todos aquellos que participan de La Gran Sombra. Esta iniciativa –curada por las artistas Matilde Marín y Beatriz Moreiro- fue organizada por el Instituto Provincial de Cultura y el Gobierno de Corrientes en colaboración con la Facultad de Artes, Diseño y Ciencias de la Cultura de la Universidad del Nordeste, con el objetivo de darles visibilidad a los artistas de la región.
Bajo la protectora sombra del algarrobo nacieron diecinueve proyectos con los más variados lenguajes que se adueñaron de la ciudad para dar testimonio del valor de lo identitario y del compromiso social que implica crear a un costado del “centro”.
La obra de Celeste Massin nos recibe en el Museo Provincial de Bellas Artes Ramón Vidal, se trata de una fotografía calada y ploteada sobre la pared y el piso que representa un árbol con su sombra que, a modo de juego de espejos, la sombra se yergue en la pared mientras el árbol se aplana en su sombra como reflejo de su propia existencia. Mariana Alarcón propone llevar su propia sombra a cuestas; es así como un naranjo “plantado” en una mochila se convierte en sombra inseparable de un performer cuyo registro fotográfico se exhibe. María Victoria González, en su foto-instalación, captura la desertificación que habita el monte impenetrable del Gran Chaco e intenta protegerlo con una manta.
Al cobijo de la Gran Sombra conviven distintas poéticas. Mientras José Mizdraji registra la sombra humana en la vida cotidiana y las trabaja en positivo y negativo, la fotoperiodista Nuria Fleita Zain a través de una serie de fotografías estenopéicas propone retratar el paso de los años. La video instalación del colectivo de artistas compuesto por María Rosa Ducic, Débora Durán y Laura Virgile, establece una analogía entre el árbol y la mujer, ambos de enorme fortaleza. Fabiana Larrea teje una urdiembre silenciosa con frases escritas por los habitantes de su Tirol natal que describen que hacen cada día por el otro, una verdadera red de vínculos representada por un etéreo y bello tejido. Sergio Falcón eligió intervenir la ciudad de Corrientes con afiches impresos con palabras en guaraní para concientizar sobre los peligros de la tala indiscriminada que amenaza con dejarnos sin sombra de la misma manera que la pérdida del idioma guaraní implica una amenaza a la identidad de la región.
Esta identidad que también se enorgullece de sus raíces africanas mientras los integrantes de la Cofradía de San Baltazar, bailan alegremente candombe en el Parque de Camba-Cuá (Cueva de negros). En este parque las actividades creativas nos siguen asombrando: las abuelitas cuenta cuentos trasmiten el amor por los libros a aquellos niños que buscan refugio bajo la misma sombra, el escritor Mauro Santamaría cuenta historias que abordan la mitología guaraní, Gregorio Cabrera talla imágenes en algarrobo y, mientras Pablo Altunez y Leandro Palacios nos deleitan con la guitarra clásica, Fernando Cabral y Rosa Cáseres tejen en un antiguo telar europeo exquisitas piezas. El colectivo Contexto Textil interviene los árboles del parque con multicolores y las Arañitas tejedoras –otro colectivo de solidarias mujeres-, se reúnen a contarse historias y tejer mantitas para los bebes nacidos en la Maternidad del Hospital Vidal.
Mientras aúnkuaray haku (el sol está caliente), los artistas locales participan de una mesa redonda en la que los académicos Elena Oliveras, Mariana Giordano y Jorge Taverna Irigoyen trataron el tema de las Narraciones Visuales y el artista Nicolás García Uriburu, pionero en land-art, en diálogo con Alicia de Arteaga, contó su experiencia veneciana.
La Gran Sombra de Corrientes, resulta una enriquecedora experiencia que busca correr el centro y poner el foco en otras acciones creativas de inconfundible sabor local sin perder, por ello, el profundo sentido universal del arte que tiene que ver con dar testimonio de contemporaneidad y sentido de pertenencia.
Hasta mediados de diciembre, Corrientes tañemo’ ã (asombra).