Nota publicada online
Algo está cambiando en Punta del Este. Nuevos e impactantes edificios dominan ahora el paisaje.
Esta temporada, la galería Del Paseo, dirigida por Silvia Arrozés también es responsable del nuevo paisaje de Manantiales. En su renovado espacio, especialmente diseñado para la exposición de obras de arte, apuesta, como ya es habitual, a seguir dinamizando el mercado de arte de la región.
Con dos excelentes salas de exhibición, una para muestras temporarias y la segunda para obras de trastienda, un patio dedicado a esculturas y una terraza para exhibir instalaciones, la nueva galería sorprende gratamente al visitante.
Del Paseo cumplió ya diez años de labor ininterrumpida en Montevideo y seis en Manantiales, difundiendo artistas latinoamericanos y en especial uruguayos contemporáneos, presenta esta temporada una nutrida agenda que abarca hasta el mes de marzo.
La muestra inaugural, en homenaje a María Freire y Nelson Ramos, dos referentes del arte oriental, reúne obras de destacados artistas contemporáneos que han acompañado a la galería en los últimos 10 años: Roberto Pascale, Rimer Cardillo, Ernesto Vila, Lacy Duarte, cecilia Vignolo, Rita Ficher, Martín Verges, Federico Rubio, entre otros.
Cada semana la galería inaugura una importante muestra; el 2 de enero estrena el año Ricardo Pascale. Este artista que representó al Uruguay en la Bienal de Venecia de 1999 y en la de Cuenca en 2001, más que un escultor-ensamblador es un valioso y sorprendente diseñador de objetos escultóricos o ensamblajes. Pascale juega hábilmente con el encantamiento que generan los contrastes, las diferencias de las superficies y las variantes del color.
Crea serenas fábulas de la forma, con las que la madera habla sin determinar historias concretas, buscando la mirada que nace en lo contemplado y fecunda en la imaginación expectante.
Fidel Sclavo inaugura el viernes 9, este importante artista que obtuvo durante tres años consecutivos el Primer Premio en el Salón Nacional de Uruguay y que ha expuesto en Buenos Aires, Munich, Berlín, Viena, Paris, Madrid, Barcelona, New York, presenta una nueva serie de obras de considerable transformación por la tela como soporte y el acrílico como material protagónico. Más despojado que nunca y cuidadamente selectivo en sus recursos sintácticos, sigue manteniendo una profunda e intangible densidad poética. De alguna manera, cada una de las imágenes instaura una especie de cartografía. Dos rasgos son reinterpretados por el creador. La impronta gestual y los grandes campos de color que le llega desde el expresionismo abstracto norteamericano.
Stéphane Ducret inaugura el viernes 16 Diamonds are Forever, una fluida serie de abstracciones geométricas, que cobran vida a través de la imaginación, con el espíritu de fiesta de los años 60 y 70 y sus tonos cromáticos, apunta a estimular intelectualmente una nueva perspectiva en el observador, traduciendo la evocación de un placer estético en un presente interno de felicidad.
Ducret, concibe su arte alrededor de una premisa: el placer existente y sostiene que la alegría y la despreocupación de vivir deberían ser algo del momento y no un objetivo a conseguir.
El viernes 23, Federico Rubio presenta “Botánica” un trabajo sobre elementos aislados del universo vegetal y cómo éstos se ven cuando son descontextualizados y fotografiados en blanco y negro, sobre un fondo neutro, con una determinada luz, desde un cierto punto de vista. La elección de los sujetos, -tallos, flores, hojas o zarcillos implican un ejercicio previo de la mirada del artista y el descubrimiento de una forma en la que antes no había reparado. Ese es el principio que rige la recolección y la posterior toma realizada con una cámara e placa y fuelle. La naturaleza más bien reflexiva de este trabajo, que se nutre más de una búsqueda pausada que de un impulso, hace que este instrumento sea la herramienta elegida por el artista.
El viernes 30, último Gallery Night, Martín Pelenur, expone sus grafías trabajadas en esmalte sobre tela que nos remiten a las culturas orientales.