Nota publicada online

miércoles 20 de julio, 2016
Arte Argentino - Nuestra Identidad
Pre-60-Post
por Cristina Alonso (*)
Arte Argentino - Nuestra Identidad

Como parte del apoyo y difusión que desde hace años el Banco Ciudad da al Arte Argentino, del 19 de Julio hasta el 07 de Agosto se podrá visitar la Muestra de Arte Argentino en el Museo Nacional de Artes Visuales, situado en Parque Rodo, Montevideo, Uruguay.

Respetando el eje curatorial “Arte Argentino-Nuestra Identidad”, la muestra estará enfocada en la década del 60, década que representó para el arte argentino una de las épocas más ricas en cuanto a la vanguardia y la creatividad. Se trata de la segunda muestra que realiza el Banco Ciudad fuera de Argentina, la primera fue en Paraguay, y contó con  amplia repercusión local.

El arte argentino desde sus comienzos ha transitado distintos “ismos” ligados a los períodos históricos nacionales e internacionales.  Estos acontecimientos marcaron a fuego a la cultura estético visual, generando distintas manifestaciones  a través de movimientos y escuelas dejando su producción artística como un legado cultural invalorable.

Hoy en el siglo XXI, y a partir de esta generosa invitación, nos interesa mostrar a nuestro país hermano, la República Oriental del Uruguay una muestra de estas creaciones.

Si bien la década del sesenta es el eje central de esta muestra, hemos tenido en cuenta a los artistas que precedieron esta década y los que siguieron para realmente comprender el por qué de este momento histórico.

Formalmente esta propuesta de recorrido comienza con una obra del pintor argentino Fernando Fader, integrante del Grupo Nexus que puso en valor las escenas tanto intimistas como las del paisaje argentino. Fader fue el iniciador del Post-Impresionismo en Argentina y como tal sus fórmulas cromáticas y la apertura de las formas en esta composición nos lo demuestran.

Continuando con una propuesta figurativa no nos olvidamos del artista y dibujante, pintor y muralista Juan Carlos Castagnino, representante de la figuración y del color en la década del treinta.

BENITO QUINQUELA MARTÍN “Llegada de veleros”. Óleo sobre hardboard. Firmado abajo a la derecha. Titulado, firmado y fechado 1947 al dorso. Medidas 50 x 60 cm.

No podía faltar en una muestra de estas características uno de los pintores integrantes de la llamada “Escuela de la Boca”, el reconocido  Fortunato Lacámera, el pintor de la luz, quién desde su estudio capturó esta escena del viejo “Puerto” de Buenos Aires. Ligado a esta temática y sobre todo al mismo barrio, y correspondiente a la misma época, incluimos al maestro Benito Quinquela Martín con su cuadro “Llegada de veleros” fechado 1947 que muestra una paleta conformada por colores vibrantes y pinceladas matéricas. 

De la figuración llegamos a la década del cincuenta con el Informalismo y el arte experimental, incorporando nuevos procedimientos y nuevos materiales.

La vanguardia como verdadero cambio es el motivo que mueve a estos creadores, en cuya  primera muestra titulada “Arte Destructivo –1961-” en Galería Lirolay de Buenos Aires,  conformaron la idea de “romper” con los cánones existentes y crear un espacio nuevo en el cual, el impulso de pintar está asociado a destruir, derrumbando las anteriores prácticas del arte. Este movimiento se encuentra representado por los artistas Kenneth Kemble, Alberto Greco y Mario Pucciarelli, quién participó en 1961 en la Bienal de San Pablo y en 1962 en la Bienal de Venecia.

KENNETH KEMBLE “Fantasmitas”. Técnica mixta y collage. Sin firma visible. Medidas 44 x 59 cm. Año 1957.

Un artista realmente central dentro de la plástica argentina es Antonio Berni, quien entre una gran cantidad de creaciones originales, parte en un momento de dos narrativas ficcionales simultáneas: Juanito Laguna y Ramona Montiel. En esta muestra el artista representa a Ramona utilizando la técnica del gofrado para enmarcarla dentro de la realidad de una mujer con una vida dramática y compleja, recreándola en situaciones diversas como en este díptico titulado “Streptease de Ramona”

Aldo Paparella en esta escultura nos muestra una obra vinculada a la década del sesenta distanciándose de un rigor geométrico. El artista busca la poesía como único medio para rescatar al hombre de su tiempo de la alienación consumista. Su obra muestra las ruinas, el desgaste del hombre moderno, destrozado por un materialismo que lo enajena de su yo interior.

Jorge de la Vega, Rómulo Macció, Ernesto Deira y Luis Felipe Noé formaron en esta época una nueva corriente  conocida como la “Nueva Figuración”. Estos artistas tienen una visión superadora a las dos grandes corrientes de la figuración y la abstracción del lenguaje plástico en la Argentina.  En esta antinomia surge esta nueva producción artística en la cual el hombre es el centro y partícipe de los grandes cambios que se producen en la mitad del Siglo XX. Contemporáneo a ellos se encuentra otro artista, Jorge Dermirjian, que diferenciado en su estética también adhiere a una nueva representación que tiene en común su preocupación por el hombre, el existencialismo especialmente en la literatura, el marxismo y el psicoanálisis, que fueron los tres grandes referentes de la cultura de los años  sesenta.  Demirjian cita a Auden para quien  “el tema es la percha donde se cuelga la poesía”.

Claro que en lo escultórico también incluimos a Leo Vinci quién conformó el “Grupo Sur” en 1959. Esta agrupación ejerció una poderosa influencia en los ámbitos culturales de nuestro país y del extranjero, cuyo nombre se lo deben al destacado crítico argentino Rafael Squirru apoyado por André Malraux y Lionello Venturi. El mismo Malraux gestionó el viaje del “Grupo Sur” a Europa, del cual Leo Vinci fue el único escultor que se traslada a ese continente.

ANTONIO SEGUÍ “Pasar inadvertido” Acrílico sobre tela. Titulado, firmado y fechado 1986 al dorso. Medidas 45 x 53 cm.

Incluimos una obra del maestro Antonio Seguí en la cual se ve al hombre como el centro de la escena urbana. Artista ligado a varias tendencias estilísticas como el Pop y el comic, pero sobre todo en donde predomina la ironía y el humor.

Y ya cerrando este recorrido observamos al gran escultor ítalo-argentino Antonio Pujía con su obra titulada “Pa que bailen los muchachos”  que pertenece a su destacada serie del tango, temática profundamente ligada a nuestra cultura y su danza.

(*) La profesora Cristina Alonso es Jefa de Tasadores de Arte del Banco Ciudad de la Ciudad de Buenos Aires.

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