Nota publicada online
Del 4 de junio al 27 de noviembre de 2011, se realizará una nueva edición de La Bienal de Venecia y la Argentina, que participa en forma sostenida desde 1901, contará con un espacio privilegiado tanto por su ubicación como por extensión.
El 16 de diciembre último, la dirección de Asuntos Culturales de la cancillería, encabezada por la embajadora Gloria Bender, anticipó como será el envío oficial a la 54° Bienal de Venecia 2011 “Exposición Internacional de Arte Iluminaciones”.
En la presentación, Bender explicó que este año el espacio del que dispondrá la Argentina para la muestra será de 250 metros cuadrados, dentro del predio del Arsenal de Venecia. Este edificio fue astillero y base naval del poderío militar veneciano, además de constituir un lugar central y emblemático dentro del diagrama de la exposición.
Además, la directora de Asuntos Culturales anunció que el curador de la muestra será Rodrigo Alonso y aseguró que “la selección tiene la impronta de la búsqueda de las nuevas y genuinas manifestaciones artísticas nacionales, que muestren la vitalidad de la capacidad expresiva de nuestra cultura”. Siguiendo esa línea, el artista seleccionado para representar a nuestro país será el joven rosarino Adrián Villar Rojas.
En el marco de la presentación, Rodrigo Alonso explicó: “La representación argentina de este año se propone como una apuesta al futuro, como una plataforma para entablar un diálogo con el circuito artístico internacional, y al mismo tiempo, generar interés hacia la escena artística argentina. Aunque dicha representación será llevada adelante por un único artista, su elección ha tenido en cuenta la posibilidad de exhibir y señalar, a través de su obra, la calidad de la producción de los creadores que habitan este país”.
Y ese único representante es Adrián Villar Rojas, que cuenta con una obra sólida, reflexiva y potente, y que ya ha comenzado a recibir la atención de los críticos y curadores más destacados del mundo. Entre su trabajos más recientes se destacan la enorme y llamativa ballena que realizó en la II Bienal del Fin del Mundo (Mi familia muerta, 2009) y su muestra individual en la Galería Ruth Benzacar (Lo que el fuego me trajo, 2008), imágenes que han quedado como testimonio del mejor arte argentino de los últimos años.
“Su trabajo posee un tinte marcadamente personal. Reúne la experimentación formal con la construcción de una narrativa que le permite reflexionar sobre el arte, sus modos de aparición, su sentido y su significación en el final de los tiempos y del mundo”, señaló Rodrigo Alonso y comentó que “sus últimas piezas parten de un relato que desde un futuro hipotético reflexiona sobre el presente, desplegando cierta dimensión política de la fantasía. Desde una mirada situada en ese fin del mundo, el nuestro, nos propone repensar el lugar de la creación artística como un refugio de la existencia, la pasión y la sensibilidad”.
Por otra parte, “la selección de un artista joven puede parecer una novedad, pero en realidad, fue una práctica común en la década de 1960, una de las más memorables del arte argentino. Participar en la Bienal de Venecia a los 24 años cambió la vida artística de David Lamelas, por ejemplo. Mario Pucciarelli, Rómulo Macció, Julio Le Parc, Antonio Trotta y Luis Benedit representaron al país con menos de 35 años, también en esa época”, concluyó Alonso.
Sobre el curador y el artista
Nacido en Buenos Aires, Rodrigo Alonso es curador, escritor y profesor universitario, especializado en arte contemporáneo y nuevos medios. Es teórico e investigador en el terreno del arte tecnológico. En la actualidad, se desempeña como profesor de grado y posgrado en el IUNA, la UBA, y el Media Centre d’Art i Disseny (Mecad) de la Universidad Ramón Llul de Barcelona. Entre sus libros se incluyen: Luis Felipe Noé/Horacio Zabala: El arte en cuestión. Conversaciones (2000), Prácticas curatoriales para las artes tecnológicas: Calibrando/ diseñando contextos (2009), entre otros.
Sin embargo, su principal actividad es la de curador de arte contemporáneo y entre sus exposiciones recientes se incluyen: Tales of Resistance and Change. Artists from Argentina (Frankfurter Kunstverein, Frankfurt, 2010), Imán: Nueva York (Fundación Proa, 2010), In & Out (PINTA New York, 2009), Nuestra hospitalidad (Centro de Arte Contemporáneo, Castelló, España, 2007).
Adrián Villar Rojas es un joven artista rosarino que desarrolla una importante carrera, realizando muestras en distintas ciudades del mundo, tanto colectiva como individualmente. Entre sus muestras individuales, destacan: Galería Luisa Strina (Sao Paulo, Brasil, 2011); SAM ART Projects (París, Francia, 2011); Un Beso Infinito (Galería Casas Riegner, Bogotá, Colombia, 2010); Diario íntimo 3D (Centro Cultural Borges, Buenos Aires, 2007).