Nota publicada online

miércoles 13 de julio, 2016
Ananké Assef en Rolf Art
Soberbia
Ananké Assef en Rolf Art

Soberbia es el último e inédito proyecto de Ananké Asseff, resultado de una profunda búsqueda que desde 2004 la ha llevado a indagar sobre la dificultad de ver, lo que no queremos mirar.  Con la curaduría del crítico peruano Jorge Villacorta.

Sobre la dificultad de ver lo que no queremos mirar. Ese es el subtítulo y leit motif de esta muestra. En un montaje hiper depurado Assef expone obras que reclaman e interpelan al espectador de manera potente, no hay manera de ver si uno no se queda y permanece en las salas por un tiempo. A simple vista hay obras grises sobre las paredes, en la que enfrenta a la entrada un políptico de grises que cuando nos acercamos develan contornos de figuras, no sabemos bien qué, hasta que percibimos los perfiles de personas enfrentadas. Tardamos en darnos cuenta de que hay un arma entre las personas, a veces apunta uno a veces, otro. Víctima y victimario es el título y el interrogante, ¿quién es la víctima? Es tan claro el título como confusos los roles, la artista está en todas las imágenes. Un autorretrato también convive en la sala, un gran cuadrado gris de donde emerge de a poco un rostro con ojos abiertos que nos miran. Y, en la sala que da a la calle, una instalación sonora en donde se le pide al espectador que se siente y mire un cuadrado gris y, al mismo tiempo, escuche una grabación de la misma autora. Un mantra que repite “fui yo” con grandes silencios, un espectador que baja el  ritmo que trae de la calle y se enfrenta a la culpa, a los interrogantes, a la no-certeza de quién es el culpable y qué es el delito.

Ananké Assef empieza en esta línea de investigación desde al año 2004 cuando en la serie “Campos de ocultamiento” comienza por velar ciertas partes de la imagen, esta vez lleva este recurso a la saturación. Son piezas autorreflexivas pero también una invitación a reflexionar, el subtítulo nos da la pista: sobre la dificultad de ver sobre todo en un mundo plagado de imágenes en donde el ojo se acostumbra y no se detiene. El procedimiento es el de opacar el filtro, no el medio. Assef toma sus fotografías tradicionalmente y opaca el vidrio mediante un filtro gris que permite que la imagen se vea de manera sesgada, las líneas, los contornos. Retoma también ciertos aspectos de series anteriores, como el de la gente común con armas que retrató en el 2005 aunque de una manera menos frontal. En la instalación sonora directamente hay que imaginar una imagen, ya no aparece, está en ese cuadrado gris que cada uno hace suyo.

De la serie Campos de Realidad

La muestra fue curada por el  peruano Jorge Villacorta, quien estuvo junto a la artista desde que se pensó esta exhibición. La idea fue que el montaje acompañara la opacidad, hay una selección de frases en las paredes que exige un ir y venir del ojo ya que también comparte el gris y refleja los tonos con la luz que entra por la ventana.

Son frases que pueden develar o no, operan de manera similar a las obras. Las luces también están a tono con el clima que se le quiere dar: el silencio y la soberbia de las imágenes. 

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