Nota publicada online
Ana Clara Soler, artista visual que se desarrolla desde el dibujo y la pintura, pero se mueve en diferentes disciplinas y soportes como la cerámica, la acuarela, la animación y la música. Participó de Curriculum cero en Ruth Benzacar (2007) y en uno de los primeros Programas de Artistas de la Universidad Di Tella (2009-2010). Su ultima muestra en el Museo Marco -recientemente finalizada- "Futuras Cavernas" se exhibió dentro de los protocolos impuestos por la pandemia.
Desde Arte Online quisimos conversar con ella para conocer todas sus experiencias con su obra en estos nuevos tiempos que corren
Futuras Cavernas
"Una sala amplia, de líneas rectas, dividida en dos espacios. Dos pasillos laterales rodean una abertura en el edificio que deja entrever la sala de abajo. Casi todas las paredes son blancas, excepto las dos de color pastel que se oponen en los extremos de la sala. A la derecha y a la izquierda se encuentran las vestimentas, túnicas y máscaras. Algunas flotan, otras están fijas en la pared con pequeños clavos. Acuarelas y objetos se dividen por ambos lados. Apoyados sobre dos mesas, cuadernos de símbolos, libros de pócimas. Un mazo de cartas.
Al fondo, una secuencia de pinturas trae posibles respuestas para todos los misterios." Tainá Azeredo
"Yo hice algo parecido a lo de siempre pinté paredes, manteles, sábanas
nuestras ropas y túnicas
las máscaras, los platos
y un cielo con nubes en el techo de piedra. Mi destino yang
hacer, construir y arreglar
mientras mis socias sentaban
las bases de la vida en comunidad." Ana Clara Soler
Testa Rosa
Proyecto desarrollado entre Laura Hita y Ana Clara Soler
Futuro · Testarosa · Ana Clara Soler Hermana ℗ Testarosa:
Participaciones en premios y salones
"Comencé a pintar fuerte y lo único que hacía era emular a Kandinski todo el tiempo, al menos, la idea que tenía de sus obras. Estaba obsesionada con los bordes, el límite, la prolijidad y más que nada con que los planos fueran parejos. Pedí que me compraran óleos por primera vez, pero el óleo era lento y difícil de manipular y en mi imaginación las obras de Kandinski eran preciosistas y perfectas. Todo esa concepción de su pintura aprendida a través de un libro impreso en España en 1993.
Lo cierto es que las fotos de las obras achatan los colores, dejando todo en el mismo plano, liso y definido, imposible adivinar lo que de verdad ocurre en la tela. Soy parte de una generación que aprendió pintura a través de los mismos libros y reproducciones por años. El objeto estudiado nunca estuvo ahí, pero si otra cosa, lejana al original, pero cercana a nosotros.
Crecí, empecé la universidad, estudié historia del arte, conocí muchos artistas contemporáneos, puse en duda todos mis estilos y encontré otros eslabones en esa cadena de inspiración, mientras enterraba a Kandinski junto a otros muchos (o al menos lo intenté).
Siento que estoy un poco de vuelta y eso significa, por momentos, una suerte de pacto y de amistad con una joven Ana. Con algunas obras de arte, y con algunos artistas me pasa lo mismo que con discos y canciones que escuché hasta el hartazgo: me avergüenzo un poco de mis gustos, de mis debilidades pop y de mi tendencia por absorber la industria cultural. Luego ocurre lo de siempre, me encuentro hermanada y orgullosa de todas esas elecciones que vuelven a tener total sentido con los años, con el eterno retorno a esos lugares formalmente sensibles, un color, un sonido que es imposible no reconocer como propios." Ana Clara Soler -extracto de nota para RADAR, 2015-