Nota publicada online
Siendo muy joven, Hlito fue uno de los fundadores de la Asociación Arte Concreto Invención. Es, sin dudas, un referente constante, tanto por su rigor plástico y su extraordinaria profundidad, como por sus escritos y reflexiones sobre la pintura y otras problemáticas relacionadas con el arte moderno.
En la galería Alejandro Faggioni Estudio de Arte, se realiza en este momento y, hasta el 13 de octubre, una exposición del gran maestro Alfredo Hlito. Fue Hlito una figura prominente en el arte argentino en la segunda mitad del siglo XX.
Formó parte de la Asociación Arte Concreto Invención quienes, a partir del 18 de marzo de 1946, instalaron con fuerza en nuestro ambiente la problemática del arte abstracto /constructivo. Fue además un artista reflexivo que acompañó su producción pictórica con textos inteligentes y esclarecedores.
Desde el punto de vista cronológico, la exposición en lo de Alejandro Faggioni abarca obras desde el año 1958 hasta 1992, poco tiempo antes de su muerte. Esta muestra no está concebida como un exhaustivo análisis de su producción; se exhiben numerosas pinturas y obras en papel, tempera, lápiz y técnicas mixtas.
Las obras de los años 50 expuestas son particularmente valiosas no solo por pertenecer a una década excepcional del arte argentino en la orientación constructivista, sino también porque- como muy bien señalara Alejandro Puente- aparecen en sus pinturas un marcado lirismo y expresividad en la pincelada que se alejan de ciertos preceptos en relación a un absoluto cuasi doctrinario.
En estas pinturas- dice Puente- esa pérdida de precisión sugiere una sensación de libertad que los separa de sus compañeros de grupo.
Como he afirmado en anterior ocasión, en 1958 Alfredo Hlito consideró que su etapa vinculada al constructivismo estaba terminada.
Sus textos son testimonios de que esa etapa le permitió hacerse planteos plásticos que le franqueaban un camino de búsquedas totalmente personales en el cual las antiguas seguridades quedaban descartadas. Al respecto escribió el notable crítico Samuel Paz:
Ya no es solo un campo dinámico con anotaciones espaciales que lo enfatizan. Ahora son estas poderosas imágenes (…) que enfrentan sorpresivamente al espectador, tomándolo al comienzo por asalto para después hacerle comprender que ellas se encuentran entramadas en el espacio y que toda su imponente presencia (…) no es otra cosa que el vibrante entramado dinámico, apoyo y resorte creativo de este artista.
Hay en esa muestra también formidables ejemplos de la época de las “Efigies”. Efigies es una denominación de serie que se refiere al mundo de la representación y lo simbólico. El friso que se exhibe demuestra, por el sutilísimo juego de las alteraciones para concertar los ritmos, hasta qué punto estaban en él interconectados pintura y poesía.
Faggioni ha tenido el acierto de exponer en vitrina: catálogos, libros que se refieren al artista y sus propios escritos.
La autora es Miembro de Número de la Academia Nacional de Bellas Artes