Nota publicada online
¨Recibo inspiración por vías diversas, discontinuas, no jerárquicas cómo se presenta ante nosotros ahora, el mundo de lo estético y del desarrollo espiritual.” Alfredo Londaibere
Yo soy Santo “la primera exposición panorámica” de Alfredo Londaibere -como lo enuncian en el texto-, bajo curaduría de Jimena Ferreiro, el Museo Moderno presenta un recorrido pictórico y escultórico a través de sus altares. La presente exhibición se encuentra estructurada en tres salas estableciendo un recorrido cronológico. El eje curatorial transcurre desde la preocupación espiritual del artista, desarrollando un lenguaje propio donde fusiona simbología pagana con la cristiana, desde el cual plasma su sistema de creencias.
En palabras de su curadora "Yo soy santo reúne un conjunto amplio de obras –muchas de ellas inéditas—, desde sus primeros dibujos a lápiz de tono surreal de los años setenta hasta sus últimos conjuntos de pinturas y collages realizados entre el año 2013 y su muerte, donde la inmediatez configuró un modo de hacer meditativo y centrado en el goce estético, que parece haber dejado atrás la impronta hermética de las series anteriores. También están presentes sus trabajos assemblages producidos con latas aplastadas, donde la belleza del consumo se ve afectada por efecto del descarte y el cirujeo. Estas obras reúnen algunas de las claves visuales de los noventa y comienzos de los 2000, entre ellas la recuperación de técnicas “menores” y materiales populares en la búsqueda de la restitución de su sacralidad. Exvotos, íconos sincréticos y una mezcla de brillo opaco y deforme, como la banda de alpaca que cubre sus pinturas, como los altares populares y las baratijas del Barrio de Once, tan misteriosos como dispuestos a su develamiento."
Las obras de Londaibere se desarrollaron bajo una estética barroca criolla, con una materia pictórica casi táctil, entre dibujos, ensamblajes o collages se regodea en el goce estético del¨arte por el arte¨ para trascender espiritualmente en cada una de sus obras. Trabajando en consonancia con las prácticas de los artistas de los 90 como Gumier Maier, Feliciano Centurión, Omar Schirilo, Sebastián Gordín, Cristina Schiavi, Fabián Burgos, Marcelo Pombo, Magdalena Jitrick, Gabriela Hasper o Ariadna Pastorini -entre otros artistas que pasaron por la galería del Rojas-.
Artista, docente y curador, ante todo intuitivo y sensible. Admirador de Giotto, Collivadino, Larragna, Torres García, Quinquela Martín o Noé. Juan José Cambre, Nicolás García Uriburu, Norberto Gómez, Juan Carlos Distéfano, Alberto Heredia, Marcia Schvartz, Benito Laren. Todos ellos de alguna manera presentes en sus obras expuestas. Así lo sintetiza la curadora “En su obra confluyó el arte clásico europeo, el cristianismo primitivo, la pintura colonial barroca, las creencias paganas, católicas y de origen africano, los modernismos centrales y los periféricos, la vanguardia, la artesanía y el consumo popular.”
Alfredo Londaibere (Buenos Aires, 1955 - 2017) -Cortesía Museo de Arte Moderno de Buenos Aires-
Se formó en el taller de Araceli Vázquez Málaga durante gran parte de los años 70, donde estudió visión, composición, teoría del color, historia del arte, dibujo y pintura. Durante los 80 continuó su formación brevemente con Oscar Smoje. Producía obra sistemáticamente, aunque no participaba prácticamente del circuito de exposiciones y salones de la época. En paralelo, mantenía un vínculo fluido, aunque no regular, con el Grupo de Acción Gay, con quien compartió lecturas sobre teoría social, un activismo micropolítico y una sociabilidad que lo relacionó con Jorge Gumier Maier y Marcelo Pombo. Hacia el final de la década asistió a las clínicas de obras de Pablo Suárez, Luis Wells y Kenneth Kemble en el Centro Cultural Ciudad de Buenos Aires (actual Recoleta). Un poco más integrado, expuso sus primeros trabajos en bares y discotecas como Cemento y Bolivia. Desde la fundación de la galería de arte del Centro Cultural Recoleta formó parte del grupo de artistas vinculados a la gestión de Gumier. Allí presentó en 1989 su primera exposición individual Mapas y pinturas, la cual consideró como una “retrospectiva”. Luego volvió a exponer en 1991, con curaduría de Magdalena Jitrik, y una última vez en 1992.
En 1991 participó de la primera edición de la Beca Kuitca junto con Jitrik, Graciela Hasper, Tulio de Sagastizabal, Daniel García, Daniel Besoytaorube, Sergio Bazán, entre otros. Fue becado por la Fundación Antorchas en 1995 para asistir al taller de Barracas, bajo la dirección de Luis Fernando Benedit y Pablo Suárez. Fue docente también en el área de artes plásticas del Centro Cultural Ricardo Rojas hasta su muerte, y en su taller donde tuvo numerosos alumnos. En 1997 reemplazó a Gumier Maier como curador en el Rojas hasta 2002.
Expuso en forma individual en la galería Mun (1993), Instituto de Cooperación Iberoamericana (1996), Alianza Francesa (1998), Belleza y Felicidad (2000 y 2002), Centro Cultural San Martín (2005), Centro Cultural Recoleta (2009), Jardín oculto (2011) y Galería Nora Fisch (2015), entre otras.
“Londaibere terminó haciendo de la pintura una religión personal y una procesión diaria” Jimena Ferreiro.
Se puede ver hasta el 23 de Marzo de 2020
Museo de Arte Moderno Buenos Aires
Lunes, miércoles, jueves y viernes: 11:00 a 19:00
Sábados, domingos y feriados: 11:00 a 20:00
(martes cerrado)