Nota publicada online
Hasta el 31 de marzo se exhibe en Galería Rubbers, la nueva propuesta creativa del artista
Esta "performance temporal" LA VACANAL, que ha generado un sello propio, se realiza periódicamente desde hace más de una década (La Vacanal (1999), La Vacanal va a Los Notros (2000), La Vacanal en el Este (2005), La Vacanal: mix pix (2007)), e integra el grupo de muestras de mayor repercusión que se
realizan en Buenos Aires.
En esta nueva versión, el artista desarrolló sus imágenes a través de distintas técnicas, en dos y en tres dimensiones, incorporando por primera vez la madera como soporte.
Su propuesta en blanco y negro habla de "ausencias presentes". No pone de manifiesto al objeto en sí sino la sombra de éste, que sugiere la presencia del objeto mismo.
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A lo largo del camino alguna presencia se transforma en ausencia... A veces, esta ausencia va cobrando más y más fuerza con el tiempo... hasta tener más presencia que la presencia ausente. Y muchas veces nos encontramos que esa ausencia ha crecido tanto que, casi, nos devuelve la presencia.
A. Raineri
Las vacas de Alejandro
...Ojos que miran sin ver pero siguen su derrotero, ser vacas, ser mudas, ser sumisas. Emblema de la vasta llanura pampeana, las vemos desplazarse lentas entre la luz y la sombra; la misma luz y sombra sintetizada en fuertes contrastes como en las obras de Alejandro Raineri. Luz y sombra, y algo del absurdo, piedad e ironía, semejante a la vida de cada uno de nosotros.
Juan Doffo
Alejandro Raineri elige trabajar imágenes de animales que, melancólica e insistentemente, interrogan al observador. Son vitales retratos de vacas, también de ovejas, que lucen más grandes que la vida. ¿Homenaje a los nobles
animales o nostálgico recuerdo del país que fue gran productor de carne, leche y derivados? ¿Intimo y liberador ejercicio que logra distanciarlo de la multitud de personas que frecuenta como relacionista público? Como quiera que sea, sus seductoras pinturas y fotografías apelan al ojo del que mira.
Victoria Verlichak
"...Estamos por atravesar la segunda Vacanal de este siglo XXI, es decir, estamos por entrar en ese rito placentero que sucede al conectarnos con el mundo Raineri. En él, Alejandro despliega una sensibilidad especial, utilizando la vaca como un emblema, una excusa para hacer lo que mas le gusta, pintar.
Y lo hace en este caso emulando a uno de las mas grandes genios que dio la pintura argentina, maestro del Pop, Jorge de la Vega. Me maravilla ver como Raineri se desprende del color para utilizar un símbolo de la vida nuestra, y convertirlo en un fetiche silencioso; mero observador, observado de nuestro tiempo.
Para quienes son? Una buena pregunta, para hacernos. Qué buscan esos animales silenciosos en manos del artista? Qué nos preguntan?
Ese dilema, lo resolveremos algún día?
Gabriel Werthein
Una de las mayores virtudes en la vida es ser ALEGRE. No alcanza con serlo, hay que trasmitirlo, hay que contagiarlo, hasta incluso: inocularlo. Hace mucho que sostengo que siempre una obra de arte, es un autorretrato, no con esto lo estoy tildando de animal a Alejandro, sino que representa como es
aquel que la ha creado. En su intensa vida personal y laboral, é l logra trasmitir alegría, optimismo, ganas de hacer, es agradecido y amable y todo eso es lo que me trasmiten sus obras, despliega con humor y con calidez su visión de lo que lo rodea, sus personajes son como mudos testigos de este
mundo que puede gustarles o no, pero es el único que vamos a vivir. Muchos dicen que es necesario sufrir para crear, yo no lo pienso, y la obra de Raineri creo que me da la razón.
Ignacio Gutiérrez Zaldívar
Ahora, gracias al talento de Alejandro la propuesta es otra: exponer su "Vacanal" a modo de ofrenda para liberar y alimentar el espíritu del espectador, a través de las insólitas imágenes que nos ofrece desde su libertad creativa, para que nosotros los seres comunes, podamos bucear con imaginación en sus sueños y saborear la originalidad y profundidad de este querible mensaje autóctono.
Aldo Sessa
Es inevitable. Miro las vacas de Alejandro, y rápidamente se empiezan a disparar mil ideas : la vaca como emblema de nuestro país, esa Argentina agrícola ganadera, generosa y abierta a todos aquellos que llegaron buscando un mejor destino; la vaca y su pasividad, esa indiferencia ante el fracaso
de nuestro proyecto colectivo ( la única salida para este país es Ezeiza ); el Matadero, metáfora de la violencia política que nos acompaña desde nuestro origen como nación (al enemigo ni justicia), la brutalidad del desplazamiento de la matanza de animales a lo humano ( 800 degollados en 2
dias tras PagoLargo ); la Pampa, con su riqueza ( Dios es argentino ), y su influencia barbarizante sobre nuestra gente ( los argentinos estamos condenados al éxito) ; la vaca y su resignación, ante la impudicia del poder ejercido en forma autoritara; la leche y la carne, como una suerte de Jauja para unos pocos...hambre en el país del bife de chorizo.
Ignacio Liprandi
³...Las vacas de Alejandro Raineri establecen un contraste entre lo sugerido y la realidad más pura. Pintadas, fotografiadas, digitalizadas, fragmentadas, constituyen una visión contemporánea de un animal cotidiano que revela el paisaje en sus ojos melancólicos, quizás el paisaje rural al que el artista aspira, desea para su futuro.
Laura Feinsilber
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Hasta el 31 de marzo
RUBBERS INTERNACIONAL, Av. Alvear 1595 esq. Montevideo