Nota publicada online
En cooperación con el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (Mamba), en las salas el Museo de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Muntref), se presenta "Alberto Heredia. Un recorrido por su obra" exhibición antológica del gran artista fallecido en el 2000, poco después de celebrar sus setenta y cuatro años
Con carácter de homenaje, la muestra exhibe un amplio panorama de su vasta producción, desde sus primeras obras hasta algunas de sus últimas creaciones, en un recorrido que da cuenta de la importancia del autor, creador singular de referencia excluyente en nuestro medio artístico cuyo
espíritu crítico se manifiesta a lo largo del tiempo.
La religión, el sexo, la vida, la muerte y las estructuras de poder en los diferentes entramados sociales fueron sus grandes temas. Heredia representó con una impronta notoriamente crítica, de reconocida individualidad, una
estética de la violencia que hizo de su legado, manifiesto de toda una época. Activadora de la conciencia de la sociedad, como se ha dicho. La potencia, la inquietud y el caos aparente que atravesaron sus creaciones más reconocidas exhiben también, coherencia y un sentido ético que lo hicieron merecedor del respeto de sus pares y modelo a imitar de las nuevas generaciones de artistas.
Pueden verse algunos de los aspectos más interesantes de su obra, los que se centralizan en las series llamadas Las lenguas y Los Amordazamientos. Algunas de estas piezas tienen, entre otros diversos materiales, sexos atados, múltiples prótesis dentales, bocas aterrorizadas y silenciadas por medio del terror. Otras piezas muestran su empecinamiento en algunos temas, como su obsesión por decodificar el dominio simbolizado en los grandes
monumentos nacionales. Vinculadas a los discursos del poder, éstas obran su discurso a través de yesos ortopédicos y figuras antropomorfas y acéfalas que disparan múltiples alegorías.
También están presentes sus célebres Cajas de Camembert, las que comenzó a imaginar en París, en 1962, y que fueron expuestas un año después en la reconocida galería Lirolay, importante lugar de legitimación de las nuevas tendencias de la época. Ya por ese entonces, el artista recogía el material
que utilizaba en sus obras en las calles, objetos cotidianos y perecederos, los que encontraba hurgando entre los más diversos materiales de desecho.
Para Laura Buccellato, curadora de la muestra, conocedora de su obra y amiga personal del artista, la exposición tiene un fuerte carácter didáctico, ayuda a la decodificación de su trabajo, ya que tiene una obra de difícil comprensión. Según sus palabras, en ocasión de sufrir un accidente ecuestre,
y mientras permanecía enyesado, Heredia observa la manera en que las telas envuelven el cuerpo y sus formas. Estas impresiones le sugieren objetos en los que se conjugan yeso y diversos materiales industriales y de desecho.
Para sus obras "todo sirve". A esos objetos les otorga un sentido de vida, muerte, miedo, ironía, con los que reflexiona sobre el hombre y su existencia.
Al morir, dejó al museo de Arte Moderno la totalidad de su acerbo -más de 500 obras- y su casa-taller.
El recorrido por las salas del Muntref, y la acertada elección de las piezas enfatizan la importancia del artista. Tal vez el montaje, excesivamente museológico, el que ofrece una visión límpida y casi quirúrgica, armado a través de diagramas secuenciales y simétricos se perciba excesivamente
pulcro para manifestar sus imágenes intensas y fantasmales; la estética revulsiva e impactante que lo individualizaba.
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Hasta el 22 de septiembre.
Museo de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, Valentín Gómez 4828, Caseros (frente a estación)