Nota publicada online
Por segundo año consecutivo Arte Online estará presente en la nueva edición de BAphoto 2017.
Una vez más Arte Online dará el presente Baphoto, En esta oportunidad con una propuesta contemporánea para que puedas comenzar a coleccionar obras de reconocidos artistas, con precios muy atractivos. En nuestro stand podrás disfrutar de la obra fotográfica de siete artistas con sólida trayectoria internacional y referentes de la fotografía nacional. Nos acompañan en esta edición de Baphoto: Stella Benvenuto, Mariano Costa Peuser, Zulema Maza, Mercedes Sierra, Inés White y Viviana Zargón y, de la mano de Quimera Galería de Arte, Eric Markowski. Junto a ellos te estaremos presentamos ART BOX, una propuesta especial coproducida por los artistas y Arte online.
¿Qué es ART BOX?
En nuestro stand no solamente encontrarás obra en las paredes sino también en las cajas que a modo de marco contemporáneo se encuentran al pie de cada obra y completa el discurso de cada artista. El ART BOX consiste en 1 caja de 41 x 31 cm, forradas con papel libre de ácidos que contienen obras originales. Cada caja, es en sí misma un objeto de colección que anida las obras del artista acompañadas por una breve presentación y el certificado de la obra especialmente concebida.
Aquí te anticipamos los proyectos que encontrarás en los ART BOX de cada uno de los artistas que exhiben en nuestro stand.
Stella Benvenuto
Por Rodrigo Alonso
Las imágenes son espejismos, sin ninguna duda. Inmateriales, inasibles, evanescentes, cobran vida en un instante con un destino, por lo general, incierto. Algunas sobreviven en fotografías, en pinturas, en publicaciones, en los medios de comunicación o en la pantalla de una computadora, pero la mayoría desaparece irremediablemente. Así, no existe nada más precioso que una imagen y nada más banal que su continua disipación.
El arte de Stella Benvenuto es ante todo relacional. Según ella misma ha referido, sus retratos son el resultado de largas conversaciones con los retratados. En la frontalidad de los cuerpos y la mirada hacia adelante, se percibe la relación cómplice entre la artista y su modelo. El campo es otro ámbito de relaciones queridas y entrañables. Un lugar en el mundo dotado de la serenidad y la vibración exacta para dejarse llevar, para salir de sí misma, para proyectarse y al mismo tiempo encontrarse en formas pero también en colores, en figuras pero también en materia plástica, en motivos pero también en expresión.
Ese carácter relacional se detecta igualmente en cierta empatía inevitable. En su preferencia por los lugares corrientes, por la gente común, por la belleza y la claridad. Todo en ellas es una aserción constante de una vida que se expande incluso más allá del arte. O mejor, de una vida que es arte cuando llega a sus niveles de intensidad.
Mariano Costa Peuser
Por José Costa Peuser
Soledad, ausencias, espacios de verde melancolía representan en sueños las figuras recurrentes del exiliado argentino; algunos evocamos la ciudad porteña, esa micro metrópolis que se incrusta entre recuerdos y sueños sobre el presente de vivir en magnas urbes que se expanden como lagos sobre la tierra, inundando y cubriendo todo el terreno que a su paso da lugar. Otros (es el caso de Mariano Costa Peuser) retienen la imagen del reposo y la frágil tranquilidad de la naturaleza tan nuestra, ese remanso de paz que anhelamos desde la frenética existencia a la que nos hemos adaptado. Esas son las imágenes que transmite su serie, plagada de vibrantes paisajes latentes, solitarios, despojados de presencia humana.
La serie Green home (2009) es en sí el comienzo de este desarrollo intelectual y conceptual. Las tomas fotográficas no escapan de la exquisitez de un ojo entrenado que sabe retratar la brisa que fluye entre las hojas de los árboles, la luz del atardecer que invoca esa melancolía somnolienta e intensa que plaga los sentidos, desbordando al espectador en un estado anímico que se apropia del mismo ser. Es la capacidad de llevar ese sueño, esa imagen de recuerdo a un presente, al reticular la imagen y subdividirla en forma de grandes ventanales, arquitectura contemporánea de las ciudades en que nosotros, los exiliados por necesidad o convicción, absorbemos los frentes espejados de los grandes edificios como íconos de nuestro presente.
Eric Markowski
Por Fabro Tranchida
[...] Yo soy una fuerza del Pasado.
Sólo en la tradición está mi amor.
Vengo de la ruinas, de las iglesias,
los retablos de altar, de los pueblos
abandonados de los Apeninos o los Prealpes
donde vivieron los hermanos. [...]
Pier Paolo Pasolini (fragmento) “Poesiemondane”, en Poesia in forma di rosa, Garzanti, Milán, 1964.
"Un archivo es un tipo de ruina que se construye. Un dispositivo bastante terrible (lleno de engramas y cartografías) que nos enfrenta a los múltiples tiempos de las imágenes. A sus latencias y pervivencias que se arremolinan en un síntoma que nos agita y llena de emoción. ¿Pero qué sucede cuando el artista muta en mago del signo y convierte el archivo en obra?
Este reiterado giro antropológico —en el que teoría y praxis artística se reconcilian— nos acerca de lleno al carácter interdisciplinario de la obra de Eric Markowski , cuyos universos de búsqueda, identidad y memoria convergen en diversos sistemas visuales regidos por un único eje: la dinámica del viaje."
Zulema Maza
Por Rosa María Ravera
Esta propuesta de Zulema Maza ofrece elaboración técnica, espíritu conceptual y sutileza plástica. En este caso con sus Dolly Dolls, sus mujeres “Dolly”, clonadas con exquisita factura por su mano habilidosa y su creatividad incesante. En este sentido, el uso de la línea y el contraste de valor es un recurso constructivo esencial. Imágenes realizadas en técnica mixta cuyo partido conceptual es el collage como operación creadora, ya que se trata de imágenes armadas a partir de distintas fotos que fue tomando la propia artista en diversas situaciones y lugares.
Así, estos cuerpos de mujer evidencian de una manera muy sutil la multiplicidad de fragmentos que los componen. Están armados por caras, brazos, troncos, narices, bocas, pechos de distintas modelos, en un trabajo de meticulosa elaboración relacionada con la noción de “posproducción” que convocan al “usuario de las formas” a extrañarse ante la huella ínfima de la costura y realizar una operación mental de adecuación.
Esto es quizás uno de los rasgos más interesantes de la propuesta de Maza: la evocación fantasmagórica al registro del cuerpo en el espectador, en tanto construcción cultural y performática, que queda definida por la interacción constante entre mirada propia y la de los otros, de larga tradición en los debates feministas a las que la artista no es ajena.
Mercedes Sierra
Por Horacio D´Allesandro
Lo primero que se aprecia en la obra de la artista es su espacialidad, esa levedad que envuelve las formas, tornándolas insustanciables, flotantes, que se "mueven" suavemente al acompañarlas con nuestras miradas, camino a la infinitud. En su obra no se reconocen situaciones críticas, lo poético potencia el desarrollo plástico, así el color, la luz y el espacio, se complementan, permitiendo a las formas que describan una temática obediente a la voluntad pictórica de la artista.
Este gusto por el tema, a veces recurrente, nos acerca su lado más interesante, la pulcritud en el tratamiento, minucioso, pulido casi exacto, que de la mano del motivo escogido, conforman una amalgama difícil de disociar.
Lejos del informalismo y de la pintura de acción, su postura reflexiva abre un mundo donde la pulcra factura crea en los cuadros un silencioso estar ahí - hoy en sus descripciones temáticas de interiores, en lo alto de sus cúpulas hay una luz liberadora que renueva la mirada buscando el espacio, allí es donde todo claustro viola el principio de encierro, permitiéndonos disparar hacia ese infinito.
Inés White
Por Jorge Zuzulich
La fotografía implica como parte de la conformación de su propio dispositivo, cierto sentido sustractivo que quita, arranca un fragmento de la realidad para otorgar una ilusión de totalidad, pero nunca la totalidad misma.
Es en esta acentuación de los sustractivo donde las fotografías de Inés White se despliegan con mayor potencia y efectividad. La superficie de sus obras desencadenan fuerzas centrífugas que tienden a alejar la mirada del espectador del centro, expandiendo la búsqueda hacia los bordes, efecto que delata la existencia de un fuera de campo que nunca termina de hacerse presente, ni siquiera por efecto de la superficie reflejante. Quizás este sea uno de los procedimientos que termina configurando el carácter decisivamente personal de su obra.
La artista imprime a lo fotográfico un sentido puramente óptico, prescindiendo del sentido narrativo que, habitualmente, caracteriza a los dispositivos sustentados en la perspectiva monocular. De esta manera, establece un juego paradojal, entre lo visible y el no visible. Dualidad que, al no sintetizarse en la propia imagen, produce cierto grado de extrañeza. El espectador experimente la sensación de estar frente a algo que intuye conocer pero que a la vez se le vuelve absolutamente ajeno.
Los reflejos de Inés White, parecen instalarnos en una sugestiva relación con el silencio. ¿Puede una imagen hacerlo? ¿Puede una fotografía abrirnos a una dimensión sonora?
El secreto del silencio de las imágenes de White radica en el despliegue de la interioridad. Un mundo crece, lentamente, desde la fotografía misma. Ese universo sustentado en la fluidez del agua no necesita hablar. Se expresa sigilosamente, a partir de lo mínimo, de la búsqueda del detalle. Prescinde de la grandilocuencia. Imagen callada pero insistente, que se manifiesta a través de condensaciones de un recorte de luz.
Viviana Zargón
Por Paola Maurizio
Sabemos que, si el arte en general exige al espectador una participación activa, el arte contemporáneo coloca esa actividad en tales niveles de intensidad que algunas teorías han llegado a situar al receptor de la obra en un plano de cierta igualdad con el artista.
Una parte de esa tarea implica energía física, por ejemplo, cuando el ojo debe reconstruir imágenes fragmentadas para darles un sentido que tranquilice nuestra ansiedad por nombrar las cosas. La otra parte de la tarea involucra la actividad intelectual de ir revelando las sucesivas capas de sentido que están depositadas en la obra. Capas dobles, porque las que fue desplegando el artista al producir la obra se cruzan con las que encuentra el espectador a partir de su propio mundo personal.
Desde hace años Zargón trabaja con imágenes de espacios industriales abandonados. Viejas fábricas que dejaron de funcionar por las sucesivas crisis y reconversiones. A partir de fotos que ella misma toma en sus recorridas por diferentes lugares ha ido creando un archivo documental de espacios urbanos que ya no existen. De los deseos o ambiciones frustrados en microhistorias locales avanza hacia los contenidos englobadores de las decepciones de nuestra cultura, la imposibilidad de lo esperado, la fugacidad, las ausencias, los vacíos, los espacios olvidados.
Acercate a nuestro stand y viví la experiencia de ART BOX.
BAphoto 2017
Del 8 al 10 de septiembre, de 14 a 21 hs
La Rural, Pabellón 8