La Casa Nacional del Bicentenario alberga nuevamente la selección final y los premiados del Salón Nacional edición 2018. Del recorrido puede decirse que hay una revitalización del dibujo, de la manualidad en general y de la figuración que se detiene en cada detalle. En el campo de la cerámica se percibe la experimentación que con buen oficio están llevando a cabo nuestros buenos artistas y en la escultura tenemos desde la sutileza del anti volumen hasta la fuerza del bloque de color potente. La curadora Nancy Rojas ha pensado la distribución de las obras siguiendo un esquema de módulos conceptuales que operan como contraseñas en cada sala, diseñadas como puestas independientes pero desplegando un relato mayor. Dice en el texto: “estos módulos recalan en temas como la ficción y la auto-ficción colectiva, la memoria y la lucha, los desplazamientos, la fortuna queer, el cuerpo y el drama, lo surreal como emblema de naturalezas extrañadas, la historia del arte como subtexto, la abstracción sujeta al imperio de la trama y de la codificación y la destrucción como imaginario político y documental de la realidad.”
Obra de Juan Sorrentino Derrumbe, 2015. Primer Premio Instalaciones y medios alternativos
Muro de madera y cemento, arena, yeso, hierro, ferrite de colores, 2 altavoces, 1 amplificador de 6000 vatios, cables, loop de una frecuencia senoidal de 47 Hz y silencio, 200 x 300 x 30 cm
Elisa O’Farrell, Un desastre manifiesto, 2018/19. Primer Premio Grabado.
Aguatinta. Papel Fabriano Rosaspina 250 gr, 110 x 140 cm Grabado
Planta baja. Vista de sala
Planta baja. Vista de Sala
Planta baja. Vista de Sala
Planta baja. Vista de Sala. Gabriela Heras Horizonte inestable, 2018. Segundo Premio Escultura
Técnica mixta, madera, liquido, acrílico, pintura nitrosintética, 80 x 120 x 35 cm
El segmento de los premios que la Presidencia de la Nación otorga a las mejores obras, destacan artistas como los imparables Chiachio & Giannone, con Splash Criollo un mural de gran tamaño hecho enteramente de teselas de telas engomadas y pegadas con calor sobre sábanas recuperadas y teñidas, en un trabajo coral sobre el plano que homanajea a las artistas poco conocidas y a los splash del norteamericano David Hockney. Pablo Insurralde ganó en cerámica con una pieza que es a la vez un autorretrato y un retrato de objetos de los suburbios, miniaturas de un universo cargado de cosas. Florencia Levy con Paisaje para una persona un proyecto que se mete de lleno en el drama de algunas regiones en conflicto bélico usando herramientas de la red y sus propios reportajes.
En escultura el primer premio fue para Martín Di Girolamo con Mediterráneo una obra que destaca por la angustia que refleja. La pieza de Gabriela Heras, también premiada es contundente y tiene una presencia poderosa. Nushi Muntaabski en TETANIA recrea un cuerpo en crisis de calcio y homenajea a sus ancestros con el uso de la decoración húngara en el vestido. Ayelen Coccoz con Pieza probatoria, descripto como ‘una cronología de la imposibilidad de observar la propia mirada’. En Textil hay varios interesantes, el primer premio fue para Milena Correa con Mi yo masculino, de gran factura técnica. Una mención recibió Verónica Somlo con Delta hecha con lana pura de oveja y llama bordada a mano sobre la misma lana.
Primer Piso. Vista de Sala. Esteban Álvarez Burladero (Franklin), 2019. Tercer Premio Instalaciones y medios alternativos
Chapa batida y grabada al estilo cacerolazo. Chapas galvanizadas (de techo), estructura de madera (tirantes de obra, madera saligna en bruto), 200 x 177 x 100 cm
Chiachio & Giannone Splash criollo, 2018. Primera mejor obra. Premio Adquisición Presidencia de la Nación
Mosaico textil. Telas engomadas y pegadas con calor sobre sábanas recuperadas y teñidas, 240 x 440 cm
Martín Di Girolamo Mediterráneo, 2018. Primer Premio Escultura
Resina epoxi, pintura poliuretánica, mdf. Ed: 1/3, 136 x 76 x 63 cm
Vista de sala. Marcelo Canevari Las ofrendas, 2017. Segundo Premio Escultura (obra sobre la izquierda)
Acrilico sobre bastidor, 150 x 200 cm
Lucas Di Pascuale Cartel, 2018. Tercer Premio dibujo
Lápiz sobre papel. Serie de 32 dibujos, 29,7 x 21 cm c/u, 200 x 200 cm
Vista de sala.Tadeo Muleiro Diablada, 2018
Pintura para tela y acrílica sobre traje textil intervenido con piezas de acrílico montado en maniquí, goma espuma y madera, 201 x 60 x 52 cm Textil
Nushi Muntaabski Tetania, 2018 Tercer Premio Escultura
Técnica: mixta. Espuma de goma, tela, medias de nylon, terciopelo, venecitas, piedras de plástico, lentejuelas, lana, anillos y base de metal, 110 x 150 x 120 cm
Cesar Atilio Montangie en Grabado 9 días antes,descripta con imaginación por el propio artista como ‘celebración imprecisa del pensamiento no consciente’ ganó el segundo premio en su categoría. Dominique Lecoq Witteveen con Te fuiste, 3ro premio, arma un plano de aire entre una impresión y la otra que juega con ‘lo etéreo de la imagen del vestido vacío y su sombra que representa la ausencia.’
Ariel Mora de medios alternativos con so obra Sin Tíitulo. Esta permitido tomar fotos con flashplantea un diálogo conceptual entre el arte opt, el Povera, el minimal y el pop. Elisa O´Farrell primer premio en Grabado con Un desastre manifiesto, con una técnica que remeda a las ilustraciones que se hacían en la etapa previa a la fotografía en los medios, Elisa define sus aguatintas como que ‘reflejan el absurdo entre lo dicho y los acontecimientos reales.’
Silvina Paulón mención del jurado en Grabado maneja una técnica interesante conLa permanente distancia entre la teoría y la práctica: fragmentos de una historia. Antonella Meloni en Cerámica recibe una mención por Rio de los Sauces, una mesa-paisaje que está ‘inspirada en los lechos de los ríos de las sierras de Córdoba durante el invierno, cuando el agua suaviza su fluir y expone la belleza, la textura, formas y colores desus piedras y sedimentos, que permanecen invisibles durante el verano.’
Vista de Sala. Sebastián Mesa, Un instante de distracción, 2015. Mención especial del Jurado Pintura | Noelia Correa Posdrama, 2019
Vista de sala. Julián de la Mota Golem o el cuerpo de obra, 2016. Segundo Premio Dibujo
Lápiz grafito sobre papel, 150 x 150 cm
Vista de Sala. Lihuel González Un paisaje no deja de existir aunque le demos la espalda, 2019. Tercer Premio Fotografía
Díptico fotográfico, toma directa. Fotografía del fantasma copiada en muselina. Fotografía del retrato copiada en un papel de algodón, 150 x 130 x 50 cm Fotografía
Interesante el trabajo emplazado en el patio de Alejandra María Marinangeli con ABELUIOS, recintos de adobe para abejas, definida como ‘propuesta plástica que nos conecta con la ancestral capacidad de construir a mano con tierra.’
Victoria Maréchal en la categoría Instalaciones y medios alternativos,´En casa hablábamos hebreo´ sorprende con un montaje que nos hace reconocer voces mucho antes de entender el dispositivo que se oculta tras una cortina. El primer premio fue para Juan Sorrentino con Derrumbe descripta como ‘instalación que ofrece un dispositivo donde el efecto sísmico provoca una alegoría que mezcla experimentalmente la belleza de la lenta decadencia con los temblores que sacuden los cimientos sociales. Un muro, como objeto en crisis.’ Victoria Papagni, 2do premio, Ficción Monumental, dice ‘construí un busto-autorretrato con tecnología 3D que funciona como monumento itinerante para ser emplazado de manera efímera’ que termino en el "hospital de monumentos", el MOA (Monumentos y Obras de Arte) donde se restauran los monumentos de la ciudad.
Colectivo A partir del adobe (Alejandra Marinangeli - Xabier Herrán) Abeluios, recintos de adobe para abejas, 2018 (en el patio)
Construcción manual de adobe, estructuras portantes, tierra de Magdalena, bosta de caballo, aserrín, paja de trigo, orina, agua, fibras naturales, hierro estriado, maderas, 120 x 200 x 200 cm
Vista de Sala. Viviana Blanco, Las manos de Octavio, 2019. Primer premio Dibujo (fondo). Jimena Fuertes, Elementos para un cambio frente al desconci...
Vista de Sala. Germán Wendel, El hijo pródigo, 2018. Tercer Premio Pintura
Óleo sobre tela, 140 x 190 cm
Vista de Sala. Viviana Zargón. Poliptico de Scompte, 2019
Políptico de 12 piezas de acrílico sobre tela, 165 x 200 cm. Pintura
Vista de Sala.Leila Córdoba. Ensayo 6 (Arquitectura fantasma), 2018/19. Tercer Premio Cerámica
Alfarería en torno, técnicas de construcción manuales (plancha, chorizo, modelado) y colada. Texturas, encastres, apilamientos y ensambles. Cerámica blanca bizcochada, cerámica cruda (arcilla blanca) y yeso, 115 x 200 x 200 cm
Es destacable, por su capacidad técnica y oficio para la captación de los detalles de manera superior, Sebastian Mesa con Un instante de distracción, Paula Grazzini con Duelo, Lucas Di Pascuale con Cartel, Julián de la Mota con Golem o el cuerpo de obra (políptico), Marcelo Canevari con Las Ofrendas, Amadeo Azar con El Tunel. Los Libros. Reconozco que es imposible nombrar a todos, pero hay tres obras que tienen una narrativa onírica muy sugerente en Alicia Haydeé Esquivel con Mandu'á. Recuerdo, Viviana Blanco primer premio de dibujo con una obra S/T y Macarena Asensio con Andando.
Otras de las muchas obras a destacar
Macarena Asensio
Andando, Pintura. El arquetipo del cocodrilo me recuerda que soy mediadora de mundos: el terrestre y acuático, el de las ideas y lo tangible, lo racional y animal. Tengo la fuerza de devorar ferozmente a mi presa y la suavidad para sostener con extremo cuidado y ternura a mis crías. Decidí llevar esta imagen desde el mundo de los sueños hacia la materialidad del óleo y el lienzo porque creo como afirma Jung que las imágenes de nuestro inconsciente guardan los arquetipos personales y universales con los que otros seres humanos pueden identificarse. , 2018
Milena Correa
Textil Mi yo masculino Las puntadas en la piel forman cruces inspiradas en el dorso de trabajos que he bordado anteriormente, con la idea de lograr la soltura que se veía en ese "lado B" que resultaba tanto o más fascinante que su anverso. Logrando, en algunos casos con superposición, en otros con degradés y también con el sentido de la puntada, la noción de volumen. De lo contrario en el cabello intento simular, con el sentido de las puntadas, la apariencia del pelo real trabajando con diferentes colores las zonas de mayor y menor luminosidad. Se convierte de alguna manera en un trabajo pictórico utilizando el hilo como pigmento , 2018
Alicia Haydeé Esquivel
Mandu'á. Recuerdo 2018 Dibujo Acudo al ritual del dibujo para capturar el pasado. Me apropio y me encarno en desafiantes fieras que bajo la ferocidad de su naturaleza esconden la frágil inocencia de lo primitivo. Por medio del trazo reaparecen quiméricas sin fondo ni contexto sobre la blancura de la tela para exorcizar el miedo.
Victoria Maréchal
En casa hablábamos hebreo 2018 Instalaciones y medios alternativos La obra explora el acto de traducir como forma de establecer diálogos entre distintas experiencias de migración. No sólo se piensa la traducción entre un idioma y otro sino entre una época y otra, entre una pertenencia geográfica, cultural, religiosa y otra. Seis actores traducen, a la vez que se lo apropian, el relato de Sheva quien cuenta su infancia en un kibutz israelí en los cincuenta y su adolescencia en Amsterdam. La historia de su migración geográfica es la historia de su migración entre los idiomas y del desarraigo que conllevó. Lxs actores no son intérpretes de formación, traducen lo que comprenden y según cómo lo entienden. Me interesan acá los procesos de transformación, de invención y de apropiación que habilitan a su vez otras narraciones entre la memoria y la fantasía.Lxs traductores no son argentinxs pero viven en Buenos Aires y en en su forma de hablar hay algo del estar “acá” siendo de “allá” que se plasma. Entre lxs traductores y la traducida aparece un corrimiento generacional, cultural, geográfico e idiomático, sin embargo cada unx parecen contar su historia. ¿Qué lazos existen entre ellxs?, ¿quién habla?, ¿cómo contarse a través de la historia de otrxs?
Alejandra María Marinangeli
ABELUIOS, recintos de adobe para abejas. 2018 Instalaciones y medios alternativos (en el patio)
Antonella Meloni
Rio de los Sauces 2018 Cerámica La mesa-paisaje está inspirada en los lechos de los ríos de las sierras de Córdoba durante el invierno, cuando el agua suaviza su fluir y expone la belleza, la textura, formas y colores de sus piedras y sedimentos, que permanecen invisibles durante el verano. La idea de la mesa-paisaje nace de la necesidad de provocar un encuentro, donde la naturaleza, la creatividad, lo imprevisto y la exaltación de los sentidos sean la conexión y donde lo que es invisible a simple vista esta disponible para que sea develado. La mesa está pensada para ser usada, por ese motivo cada elemento tiene una función: hay platos, vasos, cubiertos, que puestos en conjunto dan forma al paisaje, donde la comida está también llamada a hacer parte, como un elemento más de la composición artística y que contribuye en la exploración de los cinco sentidos. El ritual del comer se convierte en un descubrir, donde nada es lo que parece, una rama es un salsero o un tenedor, una piedra es un pimentero o un vaso donde tomar vino. La mesa quiere ser una escenografía habitable donde los comensales se transportan a otro contexto en el cual todo es sentir, explorar, sorprenderse, entender y resignificar.
Silvina Paulón
La permanente distancia entre la teoría y la práctica: fragmentos de una historia 2018 Grabado Peso: 20kg, 145cm x 15cm x 85cm. Goma bicromatada directa sobre lajas negras