Es muy difícil, casi imposible traducir con palabras las impresiones y sensaciones que los elementos plásticos provocan en un espectador.
En toda manifestación plástica podemos encontrar contenidos sentimentales a través del juego de líneas o de colores, pero no siempre están presentes valores estéticos duraderos capaces de emocionar a generaciones de hombres.
Todaslas emociones y sentimientos se expresan por medio de los elementos visuales que dibujantes, pintores o escultores manejan creando sus obras.
Las líneas y trazos elegantes o violentos, las composiciones y estructuras simétricas, equilibradas o dinámicas y asimétricas, revelan los movimientos anímicos de sus autores, pero eso no basta para que a una obra se la considere con valor estético.
En una obra debe haber algo mas para cumplir con tan anhelado fin: el misterioso valor estético que para todo artista sin excepción es su meta dorada y que muy pocos logran plasmar.
El nivel estético de todas las manifestaciones y mentes apasionadas de innumerables artistas no dependen de la voluntad de sus autores. Es menester poseer ese misterioso e indefinible "algo" que se llama talento que muy pocos lo tienen. Y son también pocos los que saben descubrirlo enlos creadores que lo están brindando.
En la obra de Martha Zuik, lo que llama poderosamente la atención es su color inesperado, asombroso, que llega hasta los blancos totales en sus grabados gofrados y la "aparente" falta de un esqueleto en la composición.
La necesidad de llenar todo su campo de acción con pasión vital, sin dejar lugar a otras facetas de la mente como la reflexión soberana es una constante en su obra, mientras que el color aparece firme y al mismo tiempo sutil.
Estos límites constituyen su fuerza, de donde nace la atracción que su obra ejerce sobre el espectador. Nos sumerge en su pasión creadora, un caos hirviente.
Como toda obra de arte, igual que el amor, sus obras tienden a darnos la ilusión de superar la muerte, la soledad y el desamparo. Nos aferramos instintivamente a ella para establecer así un secreto acuerdo con el mundo que nos rodea y la realidad que vivimos.
La obra de Martha Zuik nos estimula poderosamente para ver facetas ocultas de nuestra mente.
La pasión y sus obsesiones, los instintos y sus caprichos, las visiones y sueños expresados con gran calidad le han valido ser invitada a las muestra realizadas por el grupo Fantasmagique entre los años 1959-1978 junto a creadores como Picasso, Magritte, Belmer y otros.
Junio 2007