El acento trágico es lo que caracteriza la expresión plástica de Juan José Mosca. Insectos sumergidos en un magma de acrílico que presiona entre caños de bronce también antropomórficos. Un Marcel Duchamp, expresionista y angustiante, como dijera el crítico Teodoro Craiem.
Sus mini esculturas son monumentales; en su pequeña dimensión, caben en la mano y son conmovedoras.
Su obra escultórica "Crucifixión" revela el compromiso de su autor con el arte y con los tiempos sociales actuales. La cuestión central de su obra testimonia una profunda preocupación por temas acuciantes que nos competen e involucran a todos por igual.
Mosca ejerce la docencia de la cátedra de Plástica en el Instituto de Educación por el Arte de Avellaneda, pcia. de Buenos Aires, y fue invitado a los principales congresos sobre el tema. Expuso en forma individual en más de una decena de galerías, realizó numerosas muestras colectivas y muestras itinerantes, y participó en Arte Ba en varias oportunidades.
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