Proceso de construcción de mis obras
Construyo la obra partiendo fundamentalmente de la sensación que producen determinados elementos naturales; a su vez esa sensación está vinculada a un elemento visual a mi juicio potente. En las tres últimas series, y ya arrancando de algunas obras anteriores- los bichos canasto-, los disparadores son espacios donde se producen nidaciones.
Los elementos que tomo creo que despertaron mi atención desde niña. En la casa donde pasé mi infancia, en Buenos Aires, infinidad de bichos cestos pendían de la vegetación, me preguntaba entonces cómo vivía un gusano allí dentro, y me llamaba poderosamente la atención esa forma semi -triangular, con la punta señalando la tierra.
También me deleitaba trepar a los árboles para espiar los nidos, cuando en el verano viajábamos a Entre Ríos al campo que fuera de mis abuelos. O ver en el campo montículos recubiertos de duros pastos, albergando en su interior poderosas termitas. Como observar el pesado desplazamiento de escarabajos acorazados, protegidos dentro de su armadura.
Estos seres, que evidentemente estaban en mi inconsciente, están vinculados con la nidación, la construcción, el estar guardado, cuidado.
La etapa de los nidos, en la que arranco con los bichos canasto, y en la cual está intercalada con otras series, íntimamente asociadas. Los nidos se construyen de diversos modos, con ramas, pelos, cerdas, tierra,… en ellos se vive, se reproducen, se siente el resguardo. Se construyen como también se construye una obra. Lo visual es altamente estético.
La serie “de la tierra”, donde el disparador son los tacurúes, que en realidad son nidos construidos de tierra, con una forma triangular fálica, muy poderosa, o con formas redondeadas a modo de útero. Casi siempre los nidos tienen formas uterinas o fálicas, y a su vez están vinculados con el origen.
En la serie de flores de cactus del monte, “Chaco, la memoria del monte”, el móvil es la contraposición de la dureza , supervivencia, y espinosidad del cactus, y la belleza y fugacidad de su flores. Esta serie, de un tinte apocalíptico, está conformada por los dibujos de flores, a modo de documentación, los fardos realizados con ramas, raíces y demás recolectados en el desmonte, y atados con un alambre perdurable de acero inoxidable; los hongos, montados en acero, y luego a la pared; y los caraguatás construidos totalmente de acero- cuando ya nada natural genuino quede, perdurará el acero, lo documentado, y lo recolectado.
Los materiales que utilizo, son el dibujo, grafito o lápiz de color, a modo de registro. O construyo planchas grabadas de cobre, con imágenes de escarabajos, bichos cestos, tacúrues, nidos, fardos… elaboro la plancha, entinto e imprimo. Construyo como ellos sus nidos, y esto demanda también un tiempo. O enfardo, o realizo los objetos de acero.
Utilizo, en síntesis técnicas antiguas, y manuales, donde mi mano como una extensión de la construcción universal, ejecuta. Técnicas digitales, creo cambiarían el sentido a la propuesta.
Resistencia, 24 de Agosto de 2016
2016 Mientras descansan los Árboles Galería Praxis, Buenos Aires.
2016 Guardianas del Monte
2002 El color en la Naturaleza y su s incidencia en la obra gráfica
Libro de resúmenes, Argent Color 2002, Congreso Argentino del Color, Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseño Universidad Nacional de Rosario, Argentina.