La extensa trayectoria y el reconocimiento que ha recibido por su obra hacen de Cleber Machado uno de los escultores más destacados del Brasil.
Sus estructuras visuales han pasado por diferentes etapas, cada una con su propio acento, pero han mantenido, sin embargo, una notable continuidad.
El sentido estructural que brinda la geometría ha sido, tal vez, el mayor sustento de una obra que lleva casi cuarenta años, desde finales de la década del '60 hasta la actualidad. Las diversas exposiciones retrospectivas que este artista ha presentado ponen en evidencia un proceso transformador que se ha ido operando sin cambios intempestivos o bruscos.
Ya sea en sus obras estáticas o en aquellas en las que la movilidad plantea una situación ambigua entre lo real y lo virtual, Cleber Machado expone la fragilidad de los objetos en el espacio, su equilibrio siempre inestable y parcial. Este artista lo ha puesto de manifiesto valiéndose de la combinación de los materiales más diversos, sean tradicionales o nuevos, de contextura disímil. Maderas, metales (hierro, aluminio), vidrios, hilos de nylon, acrílicos, en tamaños y combinaciones muy variados.
En una de las etapas de su obra, el artista utilizó estructuras de tamaño considerable, incorporadas al espacio con efectos de "intervención" en la naturaleza. Hay que recordar sus bloques con ventanas, pórticos y puertas abiertas a un espacio natural con la posibilidad de modificar o condicionar su visión. También estaban sus escaleras orientadas al vacío.
Allí lo encontrábamos cerca de los planteos urbanísticos y arquitectónicos que nos indicaban que la escultura es siempre "algo más" que el peso específico de su entidad corpórea. Es ella y su circunstancia. Nunca es un objeto aislado de su entorno.
En apariencia, el hombre estaba ausente en esas estructuras espaciales. Pero sólo en apariencia, ya que se podría decir que era el verdadero protagonista en ellas. Su presencia estaba dada por ausencia, en esas creaciones estructurales con reminiscencias arqueológicas. ( No en vano tituló a su muestra en México de l984 "Arqueología del año 4000 d.C.).
Algunas obras más recientes, confrontadas con el plano, adquieren una dimensión virtual insospechada como resultado de los efectos de la luz. Una vez más, las formas no pueden sustraerse a su circunstancia. En estas búsquedas espaciales y estructurales, el tema de la precariedad es constante. Las estructuras son cambiantes. Tienen algo de provisorio. Les ocurre lo mismo que al hombre, que transita el mundo con la conciencia de su condición inestable y precaria. La obra de Cleber Machado asume de esa manera un aspecto metafórico y simbólico que trasciende su propia materialidad.
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