En esta serie de trabajos, María Silvia utiliza cascabeles (elemento traído por los españoles a América Latina que tiene su origen en el medioevo). A pesar de su temprano origen, estos cascabeles hoy siguen vivos en los trajes populares. La artista los contrapone a la idea de las palabras utilizadas en poemas argentinos, y llama a la serie ‘’Dones" en honor al poema de Jorge Luis Borges. Pero no se queda ahí, sino que va hacia sus referentes (como el poeta irlandés W.B. Yeats), y de esta manera llega al concepto de globalización.
En algunas de estas obras, aparecen hojas de coca para referirse a lo sagrado y su contrapartida, lo desacralizado. Así como Duchamp elevó -sacralizándolo- a un urinario a la categoría de arte, María Silvia Corcuera se ha caracterizado por señalar la continua desacralización de esta época y de sus valores. Como consecuencia, del arte también.
La contraposición entre sonido (cascabel) y silencio (vacío de palabra) se ve acentuada por la forma circular de la obra que, como curva redondeada es femenina por antonomasia, y alude también a la plegaria como sentido rítmico del poema.