Hace varios años que Miguel Caride no exponía. Por eso la muestra actual con mayoría de pinturas de la última década debe ser celebrada. Caride (l920) es un artista de larga y reconocida trayectoria, con un rigor inusual para la creación de sus obras, de morosa y exigida elaboración. Las que ahora exhibe reiteran esas características que lo definieran como un artista impar. Hombre de hondas convicciones humanísticas es la antítesis de lo que hoy se exhibe como un artista exitoso. Recogido en su taller, trabaja como un monje, impulsado por un espíritu místico. Eso se trasunta en sus obras, que poseen matices de color, de textura y de valoración del detalle mínimo. Todo ello responde a un sentido sacro de la creación artística. | ||||