La obra de Graciela Borthwick nos convoca a preguntarnos por el polifacético mundo interior de esta artista que domina técnicas y materiales con una sensibilidad y energía que se plasman en cada pieza. Dibujos al lápiz, carbonilla o tinta, pinturas al óleo o pastel, esculturas en madera, bronce o alambre y cerámicas. Todo provoca e incita a la contemplación. A través de sus imágenes bromea, padece, sufre o se divierte. Y nos contagia.
Graciela Borthwick reside y trabaja en San Telmo hace muchos años. Allí mismo, abrió recientemente un espacio donde exhibe su prolífica obra y presenta su libro catalógo acerca de sus cuarenta años en el arte Graciela Borthwick 1968 – 2008.