¿Te consideras un maestro?

Sí­.

¿Cuál es el rol de un maestro?

El rol es encaminar a cada individuo dentro de sus caracterí­sticas; buscar que cada uno encuentre su lenguaje propio.

¿Cuál es tu metodologí­a de enseñanza?

Es un taller donde se trabaja sobre la creatividad, o con modelo, según las necesidades de cada uno.

¿Cuáles son los objetivos de tu taller?

La experiencia que puede tener un artista no sólo tiene que ver con los aspectos técnicos sino con que los miedos no sean tan grandes como para producir un bloqueo. Los objetivos son que la gente se sienta bien y esté feliz.

¿Qué esperas de tus discí­pulos?

Primero, que cada uno encuentre un lenguaje y una forma de expresarse, sin ser ví­ctima de la angustia, ya que la creatividad es algo que da mucho miedo. Por otro lado, que cada alumno tenga conciencia de sus capacidades, encuentre felicidad en su ámbito y pueda romper con la idealización de querer ser un gran artista. Hay que separar al mercado del éxito.

¿Cuándo considerás que un discí­pulo ha alcanzado su propia identidad?

Cuando puede contestar sus propias preguntas y ya no me necesita tanto y cuando ha encontrado las técnicas para expresarse.

¿Como te sentí­s cuando un discí­pulo adquiere su identidad? ¿Subsiste una relación de dependencia?

No, en el proceso hay alumnos que se van separando y vuelven cada tanto. También es importante, de un maestro, la capacidad de reconocer que su forma de trabajo no es la adecuada para determinada persona y que hay que dejar que haga su propio camino.

¿Qué queda fundamentalmente: la escuela o la individualidad?

Ambas cosas. La escuela es un proceso y es permanente, y aún dentro de una escuela los participantes la enriquecen con su individualidad.

El Taller de Gabriela Aberastury expone del 28 de abril hasta el 7 de mayo en La Recova de Posadas, Posadas 1069.