Nacido en Montevideo, hijo de padres argentinos, Roberto Tabbush ha tenido una vida signada por los viajes y esto se refleja en su pintura.

La exposición que presenta en Punta del Este este verano, reúne un conjunto de 20 obras con el horizonte como eje temático. Son puertos, el mar, urbes y mundos íntimos que viajan de la geometría sensible a la figuración enigmática, en una búsqueda esencial en todo ser humano: la belleza y la armonía de la vida.

Las obras de Roberto Tabbush están trabajadas con diferentes técnicas, distintos soportes y tiempos sin horas. Sin embargo todas ellas están recorridas por un fuerte sello de autor dado por la estructura de las mismas. Una fuerte horizontalidad les confiere una calma profunda e intensa, plena de energía, fruto de su pasión observadora.

Su discurso poético nos habla de dos planos rectangulares de color que se encuentran, se tocan y se separan creando una experiencia visual semejante a la del intangible e inalcanzable horizonte. Es en esta sugerente línea y su relación con la vertical del pintor-observador donde todo sucede. Allí se generan los amores y las guerras del cielo, la tierra, el agua, las ciudades, los puertos, las luces y las sombras que permanecen y cambian a un mismo tiempo.