Alejandra Von Hartz Gallery
2630 NW 2nd Avenue,Wynwood District, Miami,Fl, Usa
FRAGMENTACIONES Y OTRAS PARÁBOLAS
Aluna Curatorial Collective
La fragmentación es uno de los fenómenos característicos de la cultura posmoderna como lo advirtieron Baudrillard o Jameson. La visión de un mundo fragmentado surge del estallido de las utopías del siglo XX, pero también está asociada a la lógica del capitalismo globalizado que afecta los modos de representación y hábitat tanto como los de producción económica y de sentido. La experiencia urbana se engarza al modelo de la repetición homogénea -modelos habitacionales y tiendas de cadena idénticas- que produce una rara desorientación, un extraño borronamiento de las pequeñas diferencias que resignifican la vida cotidiana.
Paralelamente, arrastrados por la inmersión en los dispersos cosmos de la información –las vertiginosas zambullidas en las pantallas que nos llevan de una a otra escena en fragmentos de segundos- vivimos en un mundo que nos es narrado –y narramos- de manera fragmentada. La inmediatez, la discontinuidad, y el bombardeo de imágenes generan un montaje vertiginoso de los fragmentos, una suerte de síntaxis rota de las imágenes que aparecen desconectadas de los referentes y de la historia.
La fragmentación se inserta incluso en el modo de narrar las experiencias más profundas -pensemos en Fragmentos de un discurso amoroso de Barthes- y su estética es también omnipresente en las visiones que el arte refleja y provoca. Por ello, es necesario preguntarse por su naturaleza. ¿Existe algún modo de continuidad, de hilo que nos conduzca a una reinvención del sentido en los modos de discurso fragmentado cuando es pronunciado desde el arte?
Fragmentaciones y otras parábolas, curada por Aluna Curatorial Collective (Adriana Herrera y Willy Castellanos) en Alejandra Von Hartz Gallery es una acercamiento a la recurrencia y significado de la lógica de la fragmentación en las prácticas artísticas. ¿Es cierto que interrumpe los hilos de conexión con la historia o acaso puede proponer otros modos de relación con el pasado y el presente? ¿Cuáles son las parábolas de la contemporaneidad que sugieren las fragmentaciones en el arte?
En los procesos de repetición y fragmentación, con series de pinturas reflejo de sí mismas, “idénticas” y multiplicadas al infinito- de Alfredo Álvarez Plagaro, tanto como en las piezas abstractas y a un tiempo vinculadas a las construcciones modulares urbanas que de modo lúdico Martín Pelenur fabrica con cinta adhesiva, el sentido del juego creativo abre fisuras al paraje de la uniformización contemporánea. Plagaro se mofa con su hiérbole de la repetición de la pintura como objeto único y la convierte en espejo de la homogeneización y en sonrisa liberadora. Pelenur, sostenido por lo que llama una “auto-beca” y el ejercicio de la deriva mental tantea los límites constructivos del arte. Sonia Falcone usa el registro fotográfico de un paisaje natural (sucedáneo del que marcó su infancia) como base para los patrones repetitivos de vidrios de colores con los que construye ventanas, espacios de fuga para la contemplación, como experiencia y memoria de aquello que nos une. Florencio Gelabert constantemente expande el campo de la escultura con exploraciones formales y juegos conceptuales sobre la parábola del tiempo en que vivimos, creando una estética que en última instancia funciona como metáfora emocional. Los fragmentos de troncos segmentados, quemados y repetidos son una metáfora de la medida real de su propio cuerpo y de todas las cosas que el tiempo y/o la historia arrojan al fuego.
Tanto en los trazos vertiginosos con que Miguel Acosta vuelve a ciudades visitadas, como en las virtuosas pinturas de arquitecturas industriales abandonadas en las que Viviana Zargon funde archivos fotográficos y juegos de ficción, hay hilos afectivos indisolubles, otros modos de entrar en la historia y de colarse en los intersticios que vemos formalmente como espacios en blanco o como silenciosos cuadros de metal. Los subtextos de la historia que se multiplican en fragmentos de seductora belleza formal en las obras de Mabel Poblet, sugieren modos estéticos de asimilar las memorias punzantes como modo de continuidad en la producción estética. Hurgando en las capas intermedias de su obra, persiste un ejercicio de recodificación que entreteje las piezas del rompecabezas de la historia de su país (Cuba) con los fragmentos visuales de su diario de viajes en su continuo ir y volver a la isla. En el video y la escultura de Ana Isabel Díez los trazos de tela que se fragmentan ante nuestros ojos y oídos provocan –en dos medios paralelos- la memoria incómoda de lo que se destroza y la posibilidad ulterior de las formas de recomposición.
Lo paradójico es que frente a la experiencia de discontinuidad y fragmentación, pero también frente a la homogeneización de los modelos urbanos envueltos en las nubes de redes de información, surgen otros órdenes en el arte, lenguajes de ida y vuelta de lo abstracto a lo referencial que sostienen la punta del hilo de Ariadna: en el laberinto del tiempo y el conocimiento del mundo contemporáneo donde las parábolas de la dispersión se multiplican, los fragmentos del discurso artístico ofrecen quizás otro modo de cohesión; el hilo de continuidad de la memoria y la imaginación lúdica y afectiva que tiene el potencial de entrar y salir del pasado y el presente, y vincularnos a la historia creativamente