Maglione traslada a la sala de exhibición ejercicios realizados en la calle y en espacios abiertos que rompen los códigos habituales de uso de la ciudad. Con videos, fotografías, dibujos, textos, ensambles de objetos y técnicas mixtas sobre papel o cartón, el artista presenta una experiencia de lo urbano dislocada, psicodélica y con espíritu punk. En sus videos, Maglione cede la creación de imágenes al contacto entre él mismo, la cámara y el entorno en sesiones experimentales sin guión a priori que, en general, lo tienen como performer, protagonista y camarógrafo. Parte de un procedimiento o una consigna que es lo suficientemente simple y amplia como para convertirse en una trampera del azar. La cámara que registra el desarrollo de esa pauta está, a menudo, incrustada en medio del pecho del artista. A veces, ese cuerpo-cámara avanza sobre la imagen como si desenrollara el hilo de la acción que registra. Otras, está al acecho y la imagen de la ciudad lo baña. En estos videos, el cuerpo del artista tiene una presencia contundente, pero a la vez, oculta en el reconfortante anonimato de la vida urbana. Suele aparecer desde su sombra, su reflejo o su voz. En algunas piezas mantiene el sonido directo de la toma y, en otras, recurre al foley y la voz en off.

Varios de los trabajos de Maglione indagan en la cuestión de la luz como portal hacia la imagen. El artista captura formas, quemaduras y siluetas que hacen el sol y los focos artificiales en la ciudad como si de dibujos sin autorx se tratase. También se interesa y hace entrar en plano tatuajes, grafitis y otros diseños disimulados en la trama urbana. La producción de Maglione reúne las impresiones de un caminante con el archivo no ortodoxo de un recolector de desperdicios encontrados al costado del cordón: lata oxidada, jean perdido, moneda aplastada, paraguas roto, pluma al viento. Antes que cosas que perdieron su razón de ser, estos objetos son el registro de un estado de vulnerabilidad o la documentación de un proceso hecho por la calle. En su obra, Maglione parece dirimirse entre el mandato de asumir como propio el espacio público y la desazón de encontrarlo falto de garantías. Las piezas, aun aquellas que realiza en el interior del taller, exudan intemperie.

La muestra se podrá visitar de martes a sábado, 14 a 19hs en Juan Ramírez de Velasco 1287 en la sala 2 de la galería desde el miércoles 1 de noviembre, 18hs.