Nicaragua 4899
CUADURIA: Magdalena Mastromarino
Silvia Mildiner explora la potencia entre los cuerpos. Cuerpos que necesitan de otro para emerger, para acontecer. Algunas obras presentan formas depuradas. Figuras geométricas, limpias, permanecen suspendidas en una falsa apariencia de quietud. Bajo una supuesta inmovilidad se esconde la fuerza oculta y virtual que las mantiene en equilibrio.
Por otro lado, cuerpos informes emergen del plano. No sabemos lo que estos cuerpos son. Se niegan a ser categorizados. Entre sensuales y siniestros parecieran remitir a aquello que se resiste a ser apresado.
A modo de indicios que develan el artificio, hilos, clavos, remiendos, revelan ese “fuera de escena” que en algunos casos permanece oculto.
Se trata de un universo de relaciones entre formas acabadas y voluptuosas, nunca autosuficientes. El cuerpo de la obra y el cuerpo del artista. Cuerpo a cuerpo. Afectándose, emergiendo. Entre la irrupción de la fuerza y la pausa de la tensión.