Junín 1930
Sala 11
Horarios: de martes a viernes de 13.30 a 20.30 hs.
Sábados, domingos y feriados de 11.30 a 20.30 hs.
El Centro Cultural Recoleta del Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, presenta la exposición Prisma, de Santiago Iturralde, que tendrá lugar el jueves 17 de diciembre a las 18 hs en la sala 11.
Expone una serie de pinturas que relatan la transición entre una representación realista y otra imaginaria. Por un lado escenas cotidianas de interiores: la habitación del artista y el taller; por otro, paisajes de ensueño, inventados, ingenuos. Ambos mundos, a su vez, se articulan mediante una serie de autorretratos que avanzan desde la superficie del cuerpo hasta una mirada más profunda y metafísica.
Las doce pinturas que componen la muestra son de formato intermedio y están trabajadas con oleo y algunas variaciones en lápiz o barniz sectorizado. Iturralde, desde hace años, investiga la figuración que surge en relación a registros fotográficos (analógicos y digitales) al mismo tiempo que propone un viaje introspectivo a partir de dibujos imaginarios o bocetos abstractos.
Es esta oposición de lenguajes las pinturas pueden pensarse como un gran autorretrato que es la manifestación de un proceso espiritual. Al mismo tiempo, desde la tradición pictórica, se hace evidente una búsqueda en relación a la Pintura como disciplina profunda y válida en el contexto contemporáneo del arte.
“Un prisma triangular tiene la capacidad de separar la luz blanca y descomponerla en los colores del espectro. En cierto ángulo, de un modo inesperado, los colores fluyen en un continuo desde el rojo hasta el índigo revelando los secretos de una realidad oculta. Este encuentro entre la energía de la luz y la solidez del cristal resulta, más allá de la experiencia física, en una manifestación extraordinaria y mágica: El arcoíris”.
“Somos un prisma. Tenemos la capacidad de separar las capas que construyen nuestro mundo y descomponerlas en colores. En cierto ángulo, de un modo inesperado, nuestra casa, un paisaje o nuestro rostro se pueden desarmar y fluir revelando los secretos de una realidad oculta. Este encuentro entre la energía vital de nuestro espíritu y la solidez de nuestras manos resulta en una manifestación extraordinaria y mística: La Pintura”. Por Santiago Iturralde