“La artista, por medio de la pintura, el sonido o la instalación, desarrolla y expone su cosmovisión del hombre y los conflictos que lo atañen. A través de una serie de ensayos formados por repeticiones, vacíos, ritmos y una muchedumbre de personajes minúsculos que se disponen a realizar proezas colosales”, expone Piren Benavidez Ortiz, Curadora.

Y agrega que “Su imaginería nos recuerda la eterna lucha que enfrentamos desde el comienzo de los tiempos, representada por estos diminutos seres que poseen la certeza. Certeza de la duda, de lo incomprensible, de lo inevitable”, finaliza.

Sobre Paloma Márquez

Creció en Chilecito, La Rioja, rodeada de cerros con nieves eternas. Allí aparecieron sus personajes, listos para cambiar, con su gran simpleza, la mirada que tenía acerca del mundo. En 2006 emigró a Buenos Aires para estudiar la Tecnicatura en Sonido y Grabación, luego la Licenciatura en Audiovisión. 

En el mismo año obtuvo una beca en ProyectArte, guiado por Héctor Médici, Jorge González Perrín y Dolores Casares. Asistió a diferentes clínicas y fue parte de la Escuela de Proyectos de la Galería San Isidro Miranda, donde tomó una clínica de obra con Andrea Juan y Augusto Zanela. Trabajó como asistente del fotógrafo Jorge Roiger, Daniel Corvino y de Eugenio Cuttica. Durante este tiempo tuvo la posibilidad de exhibir sus trabajos en varios lugares, entre ellos: Chilecito (La Rioja); La Rioja; Córdoba; La Pampa; galerías y fundaciones de Buenos Aires; Los Ángeles; Consulado Argentino de Nueva York y Zurich. 

Actualmente está terminando la Maestría en Tecnología y Estética de las Artes Electrónicas en la UNTREF. Trabaja desarrollando su obra visual y de nuevos medios, y colaborando en proyectos con otros artistas.