Bartolomé Mitre 1559
Curaduría: Eduardo Stupía
Inauguración: miércoles 5 de marzo 2014- 19:00 hs.
Horario de visita: lunes a viernes de 11 a 19 hs.
Dirección Bartolomé Mitre 1559 C.A.B.A Argentina
Teléfono: (56‐11)‐ 43711651
Acerca de la Exhibición
Quizás se trate de un efecto colateral de la proximidad, o bien la persistencia de un espejismo: si Julia Andreasevich, Cecilia Cambas, Mercedes Ruiz de Los Llanos y Facundo Maldonado exponen juntos, debe existir algo que los une y que justifica su encuentro. La convivencia en un mismo espacio de cuatro artistas que, a priori, nada tienen en común, salvo el hecho de que ninguno sea oriundo de Buenos Aires, nos induce a buscar rasgos consonantes entre ellos, unos de los cuales podría ser, por ejemplo, una relación indirecta, metonímica, con el paisaje. En cualquier caso, esta hipótesis estimula la formulación de preguntas más productivas: ¿Qué los haría singulares, más allá de sus afinidades? Sus eventuales confluencias ¿son una característica generacional, o bien la marca estilística de un territorio de pertenencia, donde importaría más una suerte de manifiesto tácito colectivo que las ocurrencias individuales? Si conviniéramos en inscribirlos en el heterogéneo universo genérico del llamado Arte Contemporáneo, ¿podríamos pensar que vibran en pareja longitud de onda junto con otros muchos colegas, o bien que su singularidad, su posibilidad de ser visibles, depende de las diferencias en los detalles más sutiles y no allí donde de las fisonomías son más evidentes?
En un arco cromático que parte de leves e íntimas iridiscencias de fríos y cálidos elaborados con refinamiento, hasta llegar la expansión casi excluyente de un azul cobalto universal, Julia Andreasevich continua su electrizada poética de vivisección terminal del motivo. Porfiadas foliaciones, que se aferran a su persistencia como la enredadera al muro, son arrasadas por un fastuoso, hipnótico tsunami de raptos rítmicos y convulsos, manchas, pasajes raudos del pincel, puntos, líneas, salpicados y transparencias inestables.
Con una paleta tan sensitiva como atemperada en tono y elección cromática, aunque con intensidad y capacidad de vibración, Cecilia Cambas elabora sutiles, volubles pinceladas y trazos, para concentrar su atención, y la del espectador, en situaciones tan estructuralmente homogéneas como ricas en volumen y profundidad. Sus ensayos de resonancias orográficas, someros reductos de meditación acuarelados, son tan evocativos del paisaje o de la historia natural como esquivos y elegantemente misteriosos.
Mercedes Ruiz de Los Llanos despliega candorosas escenografías de arbóreos ornamentos y amables motivos, que parecen provenir del íntimo apego a un universo floral y botánico muy cercano, transcriptos en la resolución pictórica con programática simpleza, y una luminosidad que parece propia de una percepción teñida de espiritualidad. En su jardín estacional de maneras leves, sintéticamente evocativas, los elementos más reconocibles se transfiguran en una epifanía de silenciosa armonía y plenitud.
De los cuatro, Facundo Maldonado es quién parece más cerca de un espíritu fauve en el carácter del color, aunque con una tendencia a subrayar la materialidad cerrada de las formas que estructuran sus macizas composiciones. Con sapiencia y eficacia, el artista transita una zona intermedia entre la abstracción paisajística, el espacio generado en el encuentro muy articulado de geometrías blandas, y una minuciosa arquitectura gráfica de sintética orquestación para una dinámica arquitectura del cuadro.
Eduardo Stupía