MACA | Museo de Arte Contemporáneo Argentino
Jorge Newbery 357 Junín, Bs As.
Inauguración Sábado 13 de Julio 20hs. hasta el 8 de Septiembre.
Curaduría: Dolores Casares
“Ingresar a un laboratorio, al fragmento de un laboratorio, a la ficción de un laboratorio. A investigaciones, cortes, espacios, inventarios y fragmentos. “C-00 artificial” presenta un universo narrativo que tensiona la fragilidad, la sutileza y lo bello de la cerámica, contra la deformidad, el desgarro y las mutilaciones. Las obras de Natali Elizabeth Perino contienen lo crudo y lo inocente; lo lúdico y lo perverso, en un juego irónico que se devela frente a quien especta. Byung- Chul Han cuestiona en La salvación de lo bello, la positividad de la obra de arte perfecta, brillante y pulida. Plantea que “la negatividad es esencial para el arte. Es su herida. Es opuesta a la positividad de lo pulido. En ella hay algo que me conmociona, que me remueve, que me pone en cuestión…”. Las piezas de Perino, que exigen acercarse a contemplar perfección de su factura y de su pequeño tamaño que evoca ternura, traicionan la mirada: aparece esa herida, se quiebra lo bello para dar lugar a lo siniestro. En miniatura, salas de disección, incubadoras que alojan corazones a lo que les brotan brazos, muñones, piernas y torsos forman parte de una prolija sistematización. Lo que Perino presenta son los experimentos, la búsqueda de la manipulación genética, la torsión de la naturaleza. El artificio de las piezas devuelven una naturaleza intervenida, manipulada, amputada; nuevas biologías estáticas pero vitales. La observación completa la experiencia de invención humana, nos involucra y vuelve cómplices. Las mesas de trabajo, los apuntes, el instrumental, los fragmentos y los espacios difuminan el límite entre ficción y realidad en cada obra. En el centro de la sala, como núcleo gravitacional, Neo expone la instancia de gestación; no de la vida, sino de esas vidas construidas y modificadas en laboratorios. Una incubadora, aparentemente vacía, contrapone veladamente lo orgánico frente al artificio. Quizás sea el continuum propio de la serie el que provoque la sensación de estar observando y acompañando una historia que se narra así misma, cuya pulsión radica en la curiosidad que provoca el corte, la incisión, la disección y la invención. Curiosidad morbosa y contagiosa una vez que se ingresa a ese mundo sin tiempo, de laboratorios fragmentados que prolija y detalladamente presenta Natalí Elizabeth Perino. “
Texto: Camila Delía. 2019