Alicia Moreau de Justo 1300
El Pabellón de las Bellas Artes expone una relevante muestra de una selección de obras de los artistas Edgardo Murillo, de Jujuy, María Celina Galera, de Catamarca, y Marcelo Lazarte, de San Miguel de Tucumán, cuyos trabajos fueron presentados en el 7o Salón Regional de Pintura del NOA, organizado por la Fundación Cultural Santiago del Estero el año pasado. El jurado estuvo integrado por Cecilia Cavanagh, Laura Feinsilber y Elena Oliveras. Recibieron el Primero Premio "Nieve caída", el Segundo Premio "Hijos de otro gallo" y el Tercer Premio "Fragmentos de memoria"
Curadora: Cecilia Cavanagh
El reclamo conmovedor de Edgardo Murillo en cada una de sus obras que solicita con destreza, desde la realidad de una niña retratada con dignidad en el basural que forma parte de su barrio, aun aseado con el blancor de la nieve que no lo cubre, y que también componen los tiros que perforan la tela, haciendo hincapié en la calamitosa violencia diaria que se vive con normalidad; o la circunstancia cotidiana de un joven que transita por las calles de algún suburbio; o las marcas multinacionales de un calzado que le permiten, o no, a un muchacho pertenecer y ser parte; o los desechos que utiliza Murillo en sus collages, que se agregan al contenido que manifiestan cada uno de sus trabajos, y su pronunciada inquietud respecto a la cultura consumidora de la sociedad, nos invitan a diferentes percepciones. Pero es con las perforaciones de las balas que el artista presenta pinturas textuales, afirmaciones escritas sobre el rojo sangre, el amarillo enfermo o sobre imágenes utópicas, transformándose en la obra misma, que llaman la atención del espectador.
Utilizando un amplio rango de colores intensos, correlación con la naturaleza, escenas sorprendentes e inauditas, o imágenes más serenas pero de ficción e imaginación, la obra surrealista de María Celina Galera, cuestiona el comportamiento humano. A través de distintos personajes, individuos representativos o conocidos, interpretaciones de animales como gallos o elefantes, algunas otras fantasías anónimas, pero todos con mirada y esbozo sensual y emotivo, que reflejan el lenguaje del inconsciente, la artista aborda su cuestionamiento de la realidad, y sus aludidas propuestas.
Basadas en recuerdos u observaciones de diversas autenticidades, Marcelo Lazarte reconstruye en sus obras una existencia segmentada, pero que a su vez se encuentra vinculada entre cada una de sus partes en un propio mundillo y cosmos. Dibujos arquitectónicos, memoria o imaginación, creatividad apropiada, premonición espacial, fotografía antigua, inserciones de signos con letras y números, la subida, la caída y la retención de lo apreciado, nos invitan a la placidez de lo simple y a la susceptibilidad de lo profundo.