Junín 1930
La obra es un recorrido por distintas materialidades de la noche: la noche del alma, el conocimiento del dolor y distintos estados del cuerpo. También es un relato de lo incompleto hacia la comprensión del vacío como modo de contacto y de sanación, impidiendo que el individuo se aferre así mismo.
La muestra es guiada por un circuito de objetos, un traje de pelos y oscuridad; los zapatos de plataforma diferenciada reciclada que están en la sala para ser habitados, son desparejos y predicen el dolor de un hombre en tránsito permanente. Quizás también sean prospectivos de nuestros hombres que viajan y cambian de países, quizás la memoria nómade y su calzado gastado.
El traje de peloses un descarte de fibra negra de vidrio y pelos de nylon y algodón que se presentaba como parte de una sombra que permiten un tejido y se sostiene como una memoria del pensar. Lo desconocido como piel nos da dos caras: la del terror y la del poder, pero siempre un traje nos invita a ser ese recipiente y ese personaje efímero.
El Textiles un trabajo arquetípico de estampa abstracta. El cruzamiento de disciplinas propone un espacio para la escultura, el silencio que irrumpe en la pintura y dialoga con la participación del público como un llamador. La pieza está pintada en un continuo de líneas con pincel y espacios vacíos donde entran los llamadores de metal.
Centro fugo transparentees una pieza conformada por eslabones de madera torneados, pintados y ensamblados, en el medio dos bocas de cristal. Las piezas nacen del movimiento de dos puntos equidistantes desplazándose como átomos y engrosándose hacia fuera, los vidrios son cordones de luz que
recuerdan el líquido de un ojo de agua, la unión de ambos espacios una dimensión nueva en la sala del peregrinar.
Colaboraron en la realización de esta exposición: Walter Fernandez, Jape Natca, Dio Mazo, Ramiro Larrain, Paola girimonti, Abel lsiazo, y Constanza Martinez.Esta muestra fue elegida oportunamente por el comité de selección en 2015.