
Horizontes industriales
por Luciana Colacci
Usé pintura de auto, ese es el nudo entre Fiat y mi obra. Maderas y metales que sostienen, actúan, aparecen y se ocultan bajo las capas de material. Mis horizontes: el infinito. La ruta: el viaje. Otra vez el horizonte que ya no es mío. Elementos blandos, duros, rústicos, industriales, pulidos, heridos, opacos, brillantes. Los materiales también se rechazan. La experimentación es equivocarse. Pinturas que brillan en las carrocerías, en las calles; familiares y fuera de contexto esta vez con resultados inesperados.
........................................................................
Texto crítico
por Agustín Marangoni
"Va más allá de la experimentación y los materiales. Las obras de Luciana Colacci también pueden ser palabras, las obras dicen que algo pasó y que algo pasa, en los colores, en las texturas, en la composición, en el movimiento. Es cuestión de mirar. Y mirar para decir. Y decir para escuchar. Y escucharse. Pasan cosas –en los horizontes siempre pasan cosas– hay que acortar distancias, hay que acercarse y detenerse. El límite es siempre un nuevo horizonte".