Juncal 790 P.B.
“Desde hace años, Jorge Sarsale ha elegido un modo personal de interrogarla curiosidad del espectador con objetos visuales que son el resultado siempre inquietante de una elaboración obsesiva y minuciosa: papeles de distintas calidades, texturas y colores, cortados hasta ser convertidos en ínfimos deshechos y luego reciclados para configurar, montados sobre planchas también de papel o de MDF, situaciones que hacen de su abstracción una manera de evocar representaciones inasibles pero en modo alguno abstrusas.
Por lo pronto, hay un gesto elocuente en ese doble proceso de destruir para construir que bien podría entenderse como la metáfora de un lema: el mejor camino para alumbrar una intuición sobre algún aspecto de la realidad es descomponerla e intentar reorganizarla a partir de una lógica y una sintaxis propias.
Las obras de Sarsale no son el resultado de una línea desplegando incesante su vocación territorial sobre el plano sino de una auténtica tarea de composición –de un poner con– a la que somete cada uno de los elementos, con una técnica que le debe más al collage que a la pintura, pero que no renuncia a las posibilidades colorísticas de esta y que llega a la línea por adición y no por trazado. Esa economía entraña un procedimiento pero también un tipo de discurso menos categórico e igualmente ambicioso. Las dos series presentadas en esta ocasión,RestoyEncaje, confluyen en un denominador común que el artista define como Extraño. Nada hay de arbitrario en esos títulos. Porque estos trabajos, agrupados en polípticos o de manera aislada, sugieren simultáneamente la doble significación del nombre que los designa. “Extraño” es un adjetivo que alude a lo desconocido –a lo poco familiar, incluso a lo que Freud denominó siniestro– pero también la primera persona singular del presente del verbo “extrañar”, que a su vez se desdobla en otros dos significados posibles: sentir nostalgia o imprimir, a algo que no lo tenía, un carácter de extrañeza.
La poderosa atracción que suscitan estos notables trabajos se manifiesta precisamente en esos términos: la extrañeza o el extrañamiento de que ese resto, aquello que se quiso desechar, regrese por sus fueros y, al mismo tiempo, en otro orden (o en otra serie), no termine nunca de encajar del todo.
Estamos hechos de resabios del pasado, parece insinuar Sarsale, en un presente que nunca llegará a configurar una armonía definitiva.”
Texto de Guillermo Saavedra.