Inauguración: sábado 25 de agosto a las 20 hs.

Acerca del proceso creador
Hace varios años con mis amigos pintores venimos hablando de la necesidad que los artistas tengan su propia voz. La mayoría de las veces la voz del artista esta puesta por críticos y curadores lo cual representa una visión del arte desde la estética y desde las ideas.
La visión del artista es otra, está relacionada con el hacer, con las luchas desde las primeras ideas hasta la concreción de la obra, en esas luchas convergen pasiones y sensaciones, pero también vivencias e intuiciones, sensaciones y conocimientos, pensamientos y recuerdos.
La Historia del Arte es una presencia constante en el taller, se dialoga con ella, con pintores de otras épocas, otras culturas y otras latitudes, Frente a la actitud creadora, el sentido de lo temporal deja de ser una cronología, las distancias tanto geográficas como culturales se amalgaman en un tiempo y lugar siempre en presente. Pero también están acechando las vivencias de cada día. El taller es ese lugar donde convergen el artista creador y el ser humano, y ambos con sus bagajes propios tratan de construir la obra.
Desde ese lugar defiendo el proceso creador pero concretado en un objeto artístico resultado de esas búsquedas. El concepto es un elemento fundamental pero no en sí mismo, si no en función de la concreción de la obra. Creo que la obra se defiende por sí misma, la pintura tiene su propio lenguaje, su propia forma de decir las cosas, a través de espacios y colores, luces y texturas, formas y construcciones, pero también ideas y búsquedas, vivencias y sueños, ideales y afirmaciones.
Esta exposición en el Museo de Bellas Artes de Tandil, está compuesta de un conjunto de 15 pinturas y 5 grabados de los últimos años. Ambas, pinturas y grabados, responden a la misma concepción. El lenguaje está presente (el cómo decirlo) pero también está presente (el que decir) Y ambos elementos se entrecruzan, de un modo donde la linealidad narrativa se ha roto, para dar paso a la frontalidad de la imagen aludiendo a mundos más que narrandolos.
Jesús Marcos, Buenos Aires, junio de 2012