Libertad 1628
“All is poetry. Everybody has a diferent definiton of what poetry is”
Guillermo Deisler, 1989
La producción de Guillermo Deisler (Santiago de Chile, 1940; Halle/Salle, 1995) se inscribe en una serie de iniciativas colaborativas de artistas centradas en la edición, circulación e intercambio de publicaciones experimentales. Surgidas de manera coincidente en diversos puntos de América latina y Europa a lo largo de la década del 60, estas diversas publicaciones articularon una potente trama de comunicación y cooperación creativa, ampliamente extendida en los años siguientes en la práctica del arte correo, desde una circulación en red que se proclamó “descentrada” y alternativa a las posiciones y trayectos administrados por la institución artística.
Escenógrafo, poeta visual, xilógrafo, diseñador gráfico, docente y artecorreísta, editor de libros de artistas y otras publicaciones, Deisler fue un activo impulsor de proyectos colectivos, a través de los cuales apostó a construir otros circuitos para el arte, fuera de sus canales establecidos. En 1963 inició el proyecto de ediciones Mimbre. Ese mismo año y hasta 1964 integró el taller de grabado del Partido Comunista. En paralelo a su trabajo como escenógrafo, que realizaba desde 1960, publicó bajo el sello Mimbre -primero en Santiago y más tarde en Antofagasta, hasta su cierre tras el golpe de Estado de 1973- más de cincuenta libros y carpetas de poesía y cuento, ilustrados con xilografías, junto con libros de artista y ediciones de poesía visual y experimental, de corta tirada y producción artesanal. Otros muchos artistas y poetas latinoamericanos como Edgardo Antonio Vigo, Clemente Padín, Wlademir Dias-Pino, Álvaro y Neide de Sá, Paulo Bruscky y Dámaso Ogaz, con quienes Deisler mantuvo un sostenido intercambio, movilizaron en estos años similares proyectos. Deisler colaboró asimismo en varias de estas publicaciones, como las revistas Diagonal Cero y Hexágono ’71, editadas por Vigo en la ciudad de La Plata (Argentina) o la uruguaya OVUM 10, publicada por Padín en Montevideo. En 1966 Vigo inició la publicación de una serie de carpetas con xilografías bajo el sello “Diagonal Cero”, cuyo primer número correspondió a Deisler.
Las prácticas de la poesía experimental (o “nueva poesía”, como se la llamó entonces) alcanzaron una difusión destacada en estas diversas iniciativas editoriales. En 1972 Deisler publicó el libro Poesía visiva en el mundo, primera antología de poesía experimental aparecida en América latina. Ese mismo año editó sus Poemas visivos y proposiciones a realizar, donde el poema era desplazado por una serie de instrucciones o “proposiciones a realizar” por parte del lector. Así, Deisler hacía estallar la integridad de la “obra”, al mismo tiempo que postulaba una redefinición de los lugares tradicionales del artista y el público, mediante un tipo de interpelación que constituía, más que una mera transgresión poética, un dispositivo de activación que reclamaba un involucramiento activo de los lectores, con el propósito de movilizar una potencial transformación más allá del dominio artístico. Deisler desarrolló sus “proposiciones” en proximidad con los planteos de una “poesía para y/o a realizar” o “inobjetal”, sostenidos en esos mismos años, respectivamente, por Vigo y Padín. En 1971 Deisler había participado en la Expo/ Internacional de proposiciones a realizar, que Vigo organizó en el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) de Buenos Aires.
En 1973 publicó Proyecto para hacer un libro, radicalizando esta apuesta crítica a través de sucesivas intervenciones del soporte libro que concluían con su destrucción. Así lo explicitaba en un breve texto al comienzo de la publicación: “El ‘libro’ se destinará a ser realizado por el lector en una sucesión de rupturas con el sistema (el libro), hasta su completa destrucción en el término de la ‘lectura’ (…) El lector habrá efectuado su ‘lectura’ realizando todas las operaciones y sólo quedará un libro perfectamente desechable, para indicarle finalmente su destrucción”.
Ese mismo año, tras el golpe militar que derrocó el gobierno de Salvador Allende, fue detenido junto a otros profesores de la Universidad de Chile sede Antofagasta (institución en la que se desempeñaba como docente de Gráfica desde 1967) y expulsado de dicha casa de estudios. Se exilió, sucesivamente, en París (Francia), Plovdiv (Bulgaria) y Halle/Salle (ex República Democrática Alemana), ciudad en la que se estableció en 1986.
Desde el exilio Deisler mantuvo un permanente intercambio con artistas latinoamericanos y del resto del mundo e impulsó nuevos proyectos editoriales a través del arte correo. En 1975 el poeta francés Julien Blaine publicó en Marsella su libro Le Cerveau, bajo el sello de Nouvelles Editions Polaires. Le Cerveau volvió a aparecer al año siguiente en el primer número de la revista DOC(K)S, también editada por Blaine, dedicado en su totalidad a la vanguardia poética latinoamericana. En 1977 Deisler publicó Packaging Poetry. Establecido en Halle, trabajó como escenógrafo en el Landes Theater y editó la caja de poemas visuales Make-up (1988) y el libro Unlesbar und Sprachlos (1989). También entonces inició la publicación del portfolio de poesía visual y experimental UNI/vers(;), autodefinido como “Peacedream – Project”, cuyos 35 números salieron entre 1987 y 1995, reuniendo, bajo el formato de la revista cooperativa, las propuestas de artistas de la ex RDA y otros países del este socialista, con las de artistas del resto de mundo.
“Poetry Factory”, nombre que Deisler acuñó para su taller y biblioteca e inscripción que multiplicó en sus envíos postales, concentra asimismo la apuesta política por un arte fuera de las distinciones entre productores y consumidores, movilizando su tenor crítico en la exigencia por incidir en la transformación colectiva de los modos de vida.
Fernando Davis
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Guillermo Deisler
“Poetry Factory”
“Poetry Factory” fue el nombre que Guillermo Deisler acuñó para su taller y biblioteca y que multiplicó como inscripción impresa en sus envíos de arte correo y en sus ediciones experimentales. Pero más que esto, “Poetry Factory” operó como una plataforma móvil de activación crítica que concentraba, en sus intensidades y en sus reverberaciones múltiples, una serie de alternativas poéticas y políticas que Deisler movilizó desde comienzos de la década del 60. Escenógrafo, poeta visual, xilógrafo, diseñador gráfico, docente y artecorreísta, editor de libros de artistas y otras publicaciones experimentales, Deisler fue también un activo impulsor de proyectos colectivos, a través de los cuales apostó a construir otros circuitos para el arte, fuera de sus canales establecidos y sus ordenamientos disciplinarios institucionales. Desde estos posicionamientos múltiples y simultáneos, Deisler trazó las líneas de intervención de su “Poetry Factory”: la construcción de redes colaborativas de artistas a través de la edición, circulación e intercambio de publicaciones experimentales, desde las Ediciones Mimbre (1963-1973) a la revista cooperativa UNI/vers(;) (1987-1995); la apuesta por una circulación “descentrada” en la práctica del arte correo, alternativa a las posiciones y trayectos administrados por la institución artística; la socialización de recursos y dispositivos múltiples y la preocupación por un arte en el que todos fueran productores, susceptible de hacer estallar la lógica jerarquizada entre artistas y público. Para Deisler, como para muchos artistas de su generación –como Paulo Bruscky, Clemente Padín y Edgardo Antonio Vigo, entre otros con quienes mantuvo un intenso y sostenido intercambio- el tenor crítico de este programa no se jugó solamente en el terreno del arte. Por el contrario, se trató de desbordar sus márgenes, sacándolos de quicio, con el propósito de incidir en la transformación colectiva de los modos de vida. Una exigencia que parece latir en una frase que Deisler imprimió en una de sus obras en 1989: “All is poetry. Everybody has a different definition of what poetry is”.
Fernando Davis