La serie Aborígenes del Gran Chaco realizada por Grete Stern entre 1958 y 1964 constituye un fragmento visual de diversas situaciones, entornos, hábitats y tradiciones de las comunidades de la región. En palabras de Luis Príamo: “Aborígenes del Gran Chaco fue el último trabajo de gran aliento que hizo la artista. Su empeño no fue solamente fotográfico, sino principalmente social y humano (....) Su reportaje resulta hoy una obra pionera y ejemplar en la historia de la fotografía moderna argentina. Fue el primer gran ensayo fotográfico de nuestros pueblos autóctonos realizado sin escamoteos ideológicos y, a la vez, un profundo sentido de respeto y solidaridad humana”. Estos trabajos dialogan con obras de artistas locales que exploran diversos materiales y técnicas, conectando con el pasado desde una perspectiva y un lenguaje contemporáneos.

Cada artista aporta su propia visión y sensibilidad, creando un mosaico de experiencias y reflexiones sobre el entorno y la identidad. El registro del ambiente está presente en la obra de Belén Rohde, realizada durante su residencia en Monte. Su performance indaga en la conexión con la naturaleza mediante un concierto de cuencos con el objetivo de generar una experiencia en armonía, un acto de sanar y de conciencia en torno al espectro sonoro que habita. Las obras de Celeste Massin reflexionan sobre el juego de presencias y apariencias, los reflejos y los cambios que se producen al transitar los paisajes a través de una narrativa poética. Desde una técnica que fusiona la tierra y el fuego, Juan Pablo Arias elabora en sus figuras escultóricas, las distintas historias que se vinculan con el territorio y las raíces del Chaco interior. La tradición textil está presente en el trabajo de Gustavo Mendoza, que destaca su importancia al abordarla desde una visión inmersa en la propia estructura de la naturaleza, donde se entrelazan fibras, retazos y texturas. Una operación simbiótica redefine el quehacer artístico donde el afuera es intrínseco a su interior, una integración armoniosa y consciente entre el ser humano y el entorno en que vive, un diálogo que desdibuja las fronteras entre el pasado y el presente.

Organiza PROA e Instituto de Cultura de Corrientes

La muestra se podrá visitar desde el 24 de mayo hasta el 24 de julio en Casa Ñanderecó, 25 de Mayo 1141, Corrientes