Espinal es una confesión personal. También una paradoja, un artilugio, un replanteo, una denuncia, una pregunta. Casi un no sintáctico oxímoron. Y sus plurales, cribados en un proceso creativo y reflexivo perpetuo y desafiante, que dura toda la vida... pero que también genera ex profeso un foco, un paréntesis en el espacio tiempo, para interpelar como artista desde mi propia discapacidad y liminalidad los significados de normalidad, belleza, inclusión y aceptación social. Que sobrevuelan en todo momento esta propuesta conceptual, concebida como una serie dentro de la línea temática Arteinclusivo que creé, con el objetivo de provocar desde lo estético y lo cultural una toma de conciencia y una apertura al debate. Cuestionamiento que en esta ocasión parte de lo autorreferencial con mis propios espinogramas/radiografías de columna, en trasvase/conversión desde un medio de diagnóstico médico a un medio de soporte artístico, materializándolo en tres piezas de grabado sobre acetato. Espinal Venus de Milo RX (Rayos Equis), recurre a la imagen de la Venus de Milo (c. 130-100 A.C.) o Afrodita, diosa del amor y la hermosura, epítome de la belleza clásica helénica, para señalar sus elementos compositivos de contraposto, curva praxiteliana, y línea serpentinata, en contraste con un espinograma que testimonia la presencia de los mismos elementos a partir de la deformación en un cuerpo humano, en las antípodas de la simbología de la belleza y la normalidad. Espinal Psico, a través de un ejercicio de rotación axial 360° en eje sobre un plano bidimensional, es una metáfora del diagnóstico de escoliosis dorsolumbar severa con rotación de vértebras. Espinal Pop, a partir de la secuencia de coloración posterior y artificial de imágenes, da un guiño lúdico a los estudios de contraste del diagnóstico de imágenes, y la enorme cantidad/colección de radiografías, estudios y tratamientos que acompañan en forma inexorable la vida de las personas con discapacidad. El espacio elegido para esta acción artística site-specific es el ascensor. Estructurado arquitectónicamente como una columna vertical, presenta y representa la alusión a la añoranza/deseo de lo “perfecto”, lo “normal”, esas “categorías” en las que Espinal nunca llegará a hacerse “realidad”.

Sobre la artista:

Gabriela Giurlani es artista y escritora con discapacidad física por la inclusión. Estudió en la UBA, la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón, el IUNA y la Universidad Torcuato Di Tella. Recibió becas honoríficas para realizar posgrados internacionales en Cultura, Artes y Patrimonio por CCEBA/AECID/FOGA; apoyos del Fondo Nacional de las Artes, el Ministerio de Cultura de la Nación, la Academia Nacional de Bellas Artes, la ONU, UNESCO, UNICEF, OEA, OEI, entre otros. Ha recibido premios en el país y en el exterior, en donde también representó oficialmente a la cultura argentina. Embajadora de Paz MMP/PEA/UNESCO y activista de Derechos Humanos. Expuso y realizó intervenciones artísticas y literarias en museos, galerías, e instituciones tales como el Fondo Nacional de las Artes, como así también en América Latina, EE.UU., y Europa, donde su obra se integra a diversas colecciones. Últimamente ha participado en Gallery Nights, La Noche de los Museos, La Milla de los Museos, en el Museo Lucy Mattos de Arte Contemporáneo, en el Museo de Arte Popular José Hernández de la Ciudad de Buenos Aires, en la Universidad de San Andrés, en el Centro Cultural Borges, en CCEBA/AECID, en el Centro Cultural San Martín, en Arte Espacio, Unilatina en Miami (EE.UU.), Fundación Summa de Talentos y MAI Movimiento de Artistas Internacionales en Puebla (México), Esart en Barcelona (España), Palacios Vaticanos en Roma (Italia), Complejo del Louvre en París (Francia), en el Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires, y en el Centro Cultural Recoleta, participando además en su stand institucional en arteBA.