¿Hay siempre un recuerdo manifiesto en el proyectar y hacer de los artistas? ¿Eso que se piensa, procesa y despliega en estos espacios específicos, está siempre atravesado por la vivencia? Si quisiéramos tomar distancia de algún recuerdo, muy probablemente éste se presentaría más vívido y pernicioso. Nonino procede desde la intención contraria: se niega a olvidar. Y su proceder transforma. Su memoria dibuja con trazo firme, pero la línea que del trazo se desprende es un rastro tan lábil que de ello resulta la silueta de un fantasma. Un fantasma abandónico que boga hacia el otro borde. Y cuando regresa, tiene el mismo peso, color y forma, pero algo indefinible lo ha transformado. Tiemblo cuando veo a lo lejos una sombra que se le parece, es un intento fallido por desplazarse y olvidar. Recortes de hombres en una vidriera en situaciones intimas y cotidianas, un film en diapositivas, imágenes de piedras color estados de ánimo bajo el celo de una cortina, libros señalados que rescatan fragmentos de memoria y tiempos, son elementos que Nonino presenta en una muestra curada por Javier Soria Vazquez en Selvanegra, el miércoles 11 de diciembre de 2019.