Cott Gallery
Juncal 3575
CABA
Ecología de seres
Cuando éramos niños e imaginábamos el futuro, el “Siglo XXI”, por lo general solíamos visualizar autos voladores, robots humanizados, vida interplanetaria y viajes a través del tiempo. Tal vez, dentro de unos años, esto se convierta en nuestra realidad, el futuro imaginado comandado por la inteligencia artificial. Lo que quizás, debido a la ignorancia, la falta de conciencia o temor, no visualizábamos de manera consciente sobre el futuro, que ahora es el presente que habitamos, es la irresponsable relación entre el ser humano y el mundo natural. La encrucijada planetaria en la que nos encontramos con respecto al cambio climático es alarmante. Las huellas de la actividad humana en la Tierra son innegables y, lamentablemente, algunas de ellas han producido desequilibrios ecológicos preocupantes. Este desafío global nos obliga a cuestionar nuestro papel como habitantes contemporáneos del planeta.
En relación a esto, el antropólogo canadiense Eduardo Kohn, en el libro Cómo piensan los bosques, a través de una visión innovadora, retoma pensamientos ancestrales de la selva amazónica y cuestiona nuestra vinculación con el mundo natural. Kohn nos invita a adentrarnos en un mundo de pensamiento más allá del humano, donde la naturaleza en su totalidad tiene agencia y significado, sosteniendo que la naturaleza no es un mero escenario pasivo, sino un protagonista en su propio derecho. Esto nos lleva a una profunda reflexión sobre nuestra relación con el entorno natural y la necesidad de reconocer que somos parte de un tejido de vida más amplio. La Ecología de seres, como concepto central en el libro, nos recuerda que todos los seres, desde los árboles hasta los microorganismos, tenemos un papel vital en la existencia. Una simbiosis entre organismos de diferentes especies que se benefician mutuamente en su desarrollo vital, siendo dependientes unos de otros. A través de la interconexión simbiótica de las obras de Maria Silvia Corcuera Terán, Lucila Gradín y Andrés Paredes podemos amplificar estas consideraciones, ya que los artistas, por medio de sus obras, tienen el poder de traducir ideas y pensamientos provocando la conciencia y la reflexión en el espectador. Maria Silvia Corcuera Terán, en la serie Todo es un globo, propone profundas reflexiones acerca de nuestra presente vinculación con la historia, abarcando desde el siglo XV, recordando la conquista de América, los jesuitas, los pueblos autóctonos y su consustanciación con la naturaleza; al siglo XXI referenciando la transculturación contemporánea que nos define y una marcada crítica hacia la globalización económica, cultural y social que nos atraviesa como sociedad. Aborda la conexión, la interdependencia y la tensión entre el hombre y su entorno, a través de dicotomías, un juego constante en la obra de Maria Silvia, con la que nos señala y hace pensar sobre aquello que incomoda y muchas veces preferimos omitir.
Por su parte, Lucila Gradín nos invita a conectar con nuestro entorno natural desde una mirada que pone el foco hacia técnicas ancestrales. Su objeto de estudio son las plantas autóctonas del Río de la Plata y su capacidad para producir tintes que luego ella aplica en sus obras, creando diferentes atmósferas. Esta práctica refiere a la antigua técnica de teñir textiles y fibras utilizando pigmentos extraídos de fuentes naturales, que ha sido utilizada a lo largo de la historia por diversas culturas, en diferentes regiones del mundo. La obra de Lucila plantea una relación respetuosa entre la cultura y la naturaleza, preservando conocimientos ancestrales y abre un interesante camino hacia la conciencia del uso de recursos naturales y la sostenibilidad. La obra de Andrés Paredes se despliega en varias dimensiones, estableciendo una conexión innegable con el entorno natural. En una primera aproximación, podemos apreciar la elección de materiales que están estrechamente ligados a su tierra natal, la selva misionera, tales como la tierra colorada o pequeños insectos como las mariposas o las cigarras. Al profundizar en una segunda lectura, surgen conceptos relacionados a la ciencia, como la Teoría endosimbiótica, que describe el proceso de simbiosis, donde un organismo habita en el interior de otro organismo. Finalmente en una tercera lectura, de naturaleza metafórica, podemos descubrir que Andrés a través de sus obras, propone la creación de nuevos universos posibles, forjando un paradigma renovado que promueve la unión de todos los seres que habitan en sus obras para garantizar la supervivencia.
En conjunto, las obras de Maria Silvia, Lucila y Andrés nos hablan, nos interpelan y nos guían en un viaje introspectivo de reflexión sobre la relación del ser humano con la naturaleza. Nos desafían a tomar conciencia sobre el cambio climático y nos instan a buscar un enfoque esencial para coexistir en un mayor equilibrio con nuestro entorno. Este diálogo es un recordatorio que nuestras acciones individuales tienen un impacto colectivo y de la urgente necesidad de repensar la relación entre el hombre y la naturaleza desde una perspectiva más innovadora. Algunos pensadores contemporáneos sostienen que, a veces, innovar significa volver algunos pasos hacia atrás, repensarnos y volver a construir. Quizás en el pasado encontremos la respuesta para repensar nuestra relación con el planeta y todas sus formas de vida y pensamiento.
Curaduría y texto Helena Ferronato
La muestra se podrá visitar en Galería Cott en Juncal 3575, CABA desde el 26 de octubre hasta el 16 de febrero de 2024 de lunes a viernes de 14 a 19hs. Entrada libre y gratuita.