Pilará Art
Pilará Country Club
(Panamericana KM 56, Pilar)
El viernes 12 de julio a las 19.00 hsEduardo Hoffmann inaugura la segunda edición de Pilará Art. La muestra reúne el cuerpo de obras más reciente del artista; pinturas de gran tamaño que juegan con el contraste entre las texturas, el color y el vacío.
Además, ese mismo día, Hoffmann ofrecerá un diálogo con el público para compartir anécdotas de su experiencia con el arte. La exposición finalizará el 18 de agosto.
La muestra es de entrada libre y gratuita, pero es necesario acreditarse con nombre y apellido previamente. Para ello, comunicarse con Lia Ruete:
ra.moc.aralip@rl| + 54 9 11 5319 4899
En el bosque tres árboles se distinguen
El de la mujer, el del hombre y el del perro
Se distinguen porque no se ven.
El término espíritu tiene su origen en exhalación y viento, y para las historias fantásticas, en el bosque abundan los espíritus de Hadas que inspiran.
Si los ojos carecen de lengua, justamente creo que es más que elocuente su ocupación de ver. Por eso he sido muy cauteloso a la hora de analizar aquellos artistas con “aclaraciones al margen”, son como un ilustrador invertido poniendo palabras para “completar” una imagen. La palabra es definida por su idioma, la pintura por el contrario, y es uno de sus tantos misterios, es una expresión universal que no tiene una “traducción” posible,... “dialecto” que deriva de algún tronco familiar rupestre con 40.000 años de antigüedad, y agrego: más que narrar, la pintura es un acertijo silencioso que calla lo que sabe. Ningún artista sabe muy bien por que lo hace, y el que sabe muy bien no es un artista.
Zravko Ducmelic definiendo la atmósfera de la pintura flamenca, observaba que era el resultado de superponer varios cristales de color a la luz, y yo añado que por los pomos de pintura de Ducmelic brotaba directamente éter, yo lo vi, nadie me lo contó.
En la Ceremonia del Té los japoneses nombran al espacio Casa del Vacío, ademas de su estética precisa e intensa, el interés sustancial está puesto en el espacio entre los integrantes y cada uno de sus componentes. No hay nada más espiritual que el espacio entre dos amores, ni técnica científica que determine su longitud.
Eduardo Hoffmann, octubre de 2017