Inauguración Jueves 20 de octubre, 19hs

La Galería Federico Towpyha arte contemporáneo inaugura la exposición ANTOLOGÍA SOBRE PAPEL. BRASIL DECADA DEL 60, de la artista argentina Diana Chalukián (1927-1998).

Se presentan obras en papel, sobre las que Cristina Rossi señaló: “Los papeles que Diana Chalukián pintó durante su estancia en Brasil celebran el descubrimiento de una naturaleza luminosa. Algunos testimonian el tiempo mágico en el que es suficiente la proximidad de un grano de arena o un remolino en el agua, mientras que en otros su mirada se alarga y se deja seducir por la vegetación y los morros que dan carácter a esa geografía. En todos, una escritura breve registra ese instante a través del color”.

La muestra podrá visitarse de lunes a viernes de 15 a 19 horas en Tucumán 3148, Buenos Aires, y permanecerá abierta hasta el 24 de noviembre de 2016.

Territorios encantados

Por Cristina Rossi

Los papeles que Diana Chalukián pintó durante su estancia en Brasil celebran el descubrimiento de una naturaleza luminosa. Algunos testimonian el tiempo mágico en el que es suficiente la proximidad de un grano de arena o un remolino en el agua, mientras que en otros su mirada se alarga y se deja seducir por la vegetación y los morros que dan carácter a esa geografía. En todos, una escritura breve registra ese instante a través del color. Sin embargo, esa factura rápida y de mancha espontánea decanta un tiempo largo de ejercicios, esfuerzos e intercambios de opiniones estéticas.

Si bien su formación no registró el paso por las aulas, a los veinte años ya dibujaba para las publicidades de cosméticos, artículos del hogar o colecciones de prendas de vestir de cada temporada. También, ilustró las portadas de las historias sentimentales de algunas revistas porteñas de gran tirada comoDamas y Damitas, dibujó para el diarioArmeniay encaró las ilustraciones del poemaMartín Fierro, en una versión traducida al armenio.

Hacia finales de los años 40 conoció al Grupo Joven y, desde 1949, formó parte de esa agrupación liderada por Víctor Magariños D., bajo la consigna “No estamos a favor ni en contra de hombres. Luchamos por el arte”. Fueron integrantes de este colectivo Osvaldo Luchentini, Domingo Distéfano, Héctor Álvarez, Domingo Salgueiro, Carlos Filevich, Rodolfo Bardi, Eduardo Mac Entyre, Alfredo Carracedo, Miguel Ángel Vidal, Pedro Desimone y los cineastas Leopoldo Torre Nilson y José Arcuri, además de Magariños D. y Chalukián. Aunque grupalmente no adoptaron un programa estético excluyente, tuvieron como plataforma común la defensa del arte moderno y el disenso con el sistema oficial de formación académica y de consagración, así como la disputa con los críticos de arte.

En 1951, Chalukián contrajo matrimonio con Magariños D. y ambos viajaron a París, donde tomaron contacto con Fernand Léger, Max Bill, Jean Dewasne, estudiaron en el Musée du Louvre y frecuentaron a Georges Vantongerloo. En las asiduas visitas al taller este último artista –ubicado en el barrio de Alésia y muy próximo a la Cité Universitaire, donde se alojaron hasta mediados de 1952– profundizaron el conocimiento sobre su obra. Para esa época, en la que ya había superado su etapa geométrica asociada al esquema ortogonal y estaba trabajando en la serie del “espacio libre”, sostenía que los puntos ya no estaban fijos en el espacio y los cuerpos dejaban de tener dimensiones mensurables, concepción que cautivó a los jóvenes argentinos.

Aunque la síntesis de la abstracción había impactado en la poética de ambos, al arribar a Santos en el viaje de regreso, Diana dibujó una detallada vista abierta del puerto en la que dominan los morros, aunque no pierde la referencia cercana de la baranda del barco que los transportaba. El apunte trasmite su seducción por ese paisaje y, ubicada en el tiempo, podría interpretarse como un anticipo de su elección de la costa brasileña como lugar de residencia.

Tras el período parisino y en el marco de las exploraciones sobre las “nuevas realidades” y de la expansión del paradigma de la abstracción en la escena local, en septiembre de 1954 la galería Comte –que los hermanos Ignacio y Ricardo Pirovano tenían junto a su casa de venta de muebles y objetos de alta decoración– presentó su primera exposición individual, para la que había seleccionado un grupo de obras de la producción realizada entre 1948 y 1954. Esos seis años no sólo recogían su experiencia como eximia dibujante, sino también las búsquedas expresivas a través de un vocabulario abstracto de manifiesta voluntad constructiva pero que, al mismo tiempo, no resignaba la huella de su subjetividad. En general, sus trabajos combinaron libremente formas abstractas pintadas con colores planos, pero dentro de una tendencia que prefería la línea de trazo sensible antes que los trazados rectos, mientras que la superficie coloreada no siempre resultaba uniforme. 

La sensibilidad de Chalukián en el dominio de la figuración se afirmó en la exposición de dibujos, acuarelas y óleos que presentó en la galería Pizzarro en 1957. La mirada de la crítica sobre esta muestra no sólo tendió a reconocer la síntesis de las formas, los grandes planos del color y un cierto acento de raíz expresionista que estaba brotando en el tratamiento de la figura humana, sino que Germaine Derbecq valoró la intención de búsqueda de Chalukián, ya que entendía que los retratos podían comprenderse como un ensayo para lograr una síntesis más precisa en la obra.

En este período participó en muestras colectivas y realizó dibujos abstractos para el cortometraje Continuidad plástica, integró el envío para la Bienal de San Pablo de 1957 y, dos años después, presentó una exposición individual en la galería Van Riel; pero, además, la década del 50 fue muy activa para las intervenciones del Grupo Joven en la escena local, desde el que Chalukián no solo manifestó sus opiniones, sino que participó en las iniciativas que intentaron reforzar los vínculos entre los artistas modernos y su público, así como en la gestión de acuerdos de cooperación internacional.

Dentro de esta dinámica, en el lapso 1962-65 se instaló en Brasil, donde presentó dibujos y acuarelas en San Pablo y dos exposiciones en Río de Janeiro, una en la galería Relevo y otra en la galería Cassio Muniz. En ésta última, su trabajo fue analizado en el prólogo escrito por Mario Pedrosa, quien la había conocido en San Pablo a través de algunas acuarelas que expresaban su temprano entusiasmo por las playas cariocas, cuyo ímpetu y luminosidad – según el crítico brasileño– mantenía “sus ojos llenos de los destellos de la naturaleza tropical”. Destellos que reflejan cada una de estas obras que presenta la galería Federico Towpyha, que podrían leerse como parte de un mismo fraseo que habla de ese territorio “encantado”, tal como ella misma ha querido nombrar alguno de los sitios que captó con sus tintas, acuarelas o lápices de color en aquel período de residencia en Brasil.

Sobre la Artista

Diana Chalukian nació en Epuyén, Chubut en 1927. Entre 1947 y 1950 dibujó para libros, revistas y publicidades. En 1949 ingresó al Grupo Joven, liderado por Magariños D., con quien se casó en 1951. Ambos viajaron a Francia, donde recorrieron talleres y museos hasta mediados de 1952. En 1954 presentó su primera exposición individual en Galería Comte de Buenos Aires, período en el que participó en muestras colectivas y se dedicó a la docencia. En 1957 fue parte del envío a la IV Exposición Bienal Internacional de Arte Moderno, San Pablo y, entre los años 1962 y 1965, vivió en Brasil, donde trabajó y exhibió en Río de Janeiro y San Pablo. A su regreso continuó desarrollando su pintura y la docencia en la provincia de Buenos Aires, donde falleció en 1998.