"Postales interiores" reúne una serie de poemas visuales donde lo cotidiano y lo mínimo son punto de partida de la exploración (un puñado de arena, un trozo de papel, una semilla) busca develar en la pequeñez del objeto la inmensidad de un estado interior.
Las obras trazan una cartografía sensible de lo íntimo, un recorrido emocional que nace del acto de caminar “Tomé a pie la ruta más directa ... para encontrarme conmigo mismo…caminar es una experiencia de lentitud, corporal y sensorial, casi una meditación en movimiento” W Herzog. 
Dentro de ese mapeo sentimental se emiten postales. La postal como un medio de comunicarse con el otro, con seres queridos, y contarles cómo y dónde uno se encuentra a través de imágenes y palabras, resume en micropaisajes lo frágil y efímero de lo mucho que nos acontece.