Inauguración:         Miércoles, 18 de julio, 18.30 hs

El Pabellón de las Bellas Artes expone a seis artistas dotados con sensibilidad a los colores, que utilizan para producir un significado fresco, evocar determinados estados de ánimo, o combinar para crear efectos especiales.

Los geniales retratos de personalidades en collages digitales de la serie "Missing Warhol", de Eugenio "Chapete" Cesar(aquello que Andy Warhol se perdió de pintar), combinan una fotografía del personaje tomada en la vida cotidiana, que el artista manipula, colorea y elabora "en kitsch", con componentes sustanciales de su vida. Materiales que parecen constitutivos del representado, ingredientes que plantean un interrogante e inclusive factores que revelan una confidencia, transmiten humor y perspicacia a la imagen resultante. El mismo que Chapete puede aplicar para el célebre artista flamenco van Eyck y su obra, la pascuas del Papa Francisco en Roma, o una parte de la Naturaleza en la tierra.

Con nítidos trazos de pinceladas y espátulas en la obra deCelina Coelho, los azules y grises azulados se combinan armoniosamente con sutiles rosas o verdes, plasmando la misma sensación de sosiego y tranquilidad, como de simpatía y fidelidad que brinda la artista. Los tonos de naranja y amarillo, la utilización del rojo que conduce, y la delicadeza en el flujo del blanco, colores que Coelho aplica con soltura rítmica sobre la tela, envuelven al espectador en una melodía de diferentes frecuencias.

Las flores selváticas deTeresa Dimet, rodeadas de malezas colgantes, se manifiestan exuberantes y agrestes en colores más oscuros e intensos como puede verse donde el verde se vuelve marrón en las hojas grandes, donde la línea de pintura negra transmite sensación de figura, y donde el yeso sobre la tela otorga textura a las diferentes partes de la flor. A su vez, los toques de luz en blancos opacos, que se acentuaron con colores opuestos como el amarillo y el violeta, les dan una convincente espontaneidad, exteriorizando los sentimientos de la artista hacia el mundo.

Gabriela Ezcurrapropone a los lirios primaveralmente florecidos en cerámica moldeada con pétalos de diferentes contexturas y variados rojos, palpitando simplemente vida. Y en un distinguido sentido del color, el señorío de los tucanes y del ibis escarlata que emerge de la obra, los jarrones en formas esculturales, las magnitudes exageradas en los primeros planos de las flores silvestres de Brasil, y las pinceladas pequeñas para el follaje de flores de fondo, de sus impresiones giclees y sus oleos, denotan un estilo atractivo, rebosante de dinamismo.

Como la revalorización de imágenes fotográficas de Andy Warhol, los magníficos retratos de personajes famosos y estrellas de rock deHenrique Liberal Cardosoen colores completamente inventados, donde los tonos vivos de rojo y rosa contrastan con las sombras azules y los reflejos amarillos, consiguen que estimulen la mirada y la imagen resulte llamativa. Pero cuando se observan los detalles, como la interacción entre planos cóncavos y convexos, o una acentuación especifica de la figura o la composición, resulta ser un tratamiento artístico que le imprime su propia seducción emocional. 

En el agrado de las acuarelas deInés Patrón Costas, nos cautiva la sombra de un árbol, con la línea del horizonte pampeano dividiendo cielo y tierra de fondo como en Tres Ombúes, o las sierras salteñas enmarcando la frondosidad inusitada. Diferentes verdes, el color de Venus la diosa de la belleza, los jardines y los viñedos, el color de la fertilidad y la naturaleza, es acompañado con tonos suaves de los arreglos florales en los bodegones que, con su personal encanto, transportan al espectador lejos de la ciudad y su bullicio.

Lic. Cecilia Cavanagh

Curadora

Directora del Pabellón de las Bellas Artes