Libertad 1628
Inauguración: 19 de septiembre de 2018, 19 hs
Henrique Faria Buenos Aires presenta la muestra Vintage / Post-contemporáneo de Carlos Ginzburg (La Plata, 1946) que a partir del miércoles 19 ocupará dos espacios de la galería, las salas E (Estudio y Experimentación) y S (Señalamientos). Discípulo de Edgardo Antonio Vigo, Ginzburg es uno de los representantes salientes de la vanguardia platense de fines de los 60 y con sede en París, ciudad en la que vive desde 1972, ha contribuído a definir la originalidad del conceptualismo latinoamericano mostrando su obra en todo el mundo. En esta ocasión, Ginzburg propone un viaje hacia el pasado y el futuro. En la sala E se verá el registro de dos acciones relacionadas con su serie Viajes de Ginzburg (1972-1982) mientras que en la sala S, el artista presentará una instalación donde se relacionan el centenario de la fantasmagórica estadía de Marcel Duchamp en Buenos Aires con el de la edición del libro Cuentos de la Selva de Horacio Quiroga. “¿Qué tienen en común las obras de ambas salas?”, se pregunta Ginzburg. Él mismo ofrece la respuesta: “Considerando que las primeras son de los 70 y las segundas los 2000 diría que a primera vista nada, y en realidad todo. La respuesta más larga y global es la siguiente, y la aprendí con Vigo (quien a su vez la asimiló directamente de Duchamp, durante su viaje iniciático a París). El arte no es la representación (imagen o lenguaje) del hombre y del mundo pero la presentación del hombre y del mundo. El arte es la situación humana total. Siempre traté de formalizar con mi actividad artística las tendencias y líneas de fuerza de la sociedad que yo considero como las más determinantes de nuestra existencia”
En la sala E, Ginzburg presenta dos de sus viajes: Alejandría (Egipto) y Chartres (Francia). Se trata de experiencias en las que el artista reflexiona críticamente sobre el turismo de masas desde una perspectiva performática. Al mismo tiempo sus retratos en lugares consumidos por las imágenes de los viajantes anticipan el estilo de las fotos que hoy circulan por las redes sociales (Instagram, Facebook). Dice Ginzburg: “Tematicé el turismo de masas viajando yo mismo a través de todo el mundo: América Latina entera a través de la ruta Panamericana, Estados Unidos, Canadá, África, Asia y Europa. Las obras se tradujeron principalmente en diarios de viaje (unos 200, de 200 páginas cada uno) con todas mis actividades de turista (muy exageradas y caricaturescas). Severo Sarduy y Pierre Restany fueron los críticos de arte que más escribieron sobre mis aventuras”. Las obras relacionadas con los Viajes de Ginzburg se encuentran en las colecciones de muchos museos del mundo, desde el Malba al Centre Pompidou de París. La Tate Modern de Londres exhibe en estos momentos Muerte natural, una obra de land art que Ginzburg realizó en 1970 en las salinas del Bebedero (San Luis). En octubre de 2016, Ginzburg regresó a Buenos Aires por primera vez desde que se radicó en París para realizar la performance Tabula rasa en aguas del Riachuelo.
En la sala S, Ginzburg anuncia la emergencia de un arte post-contemporáneo que deja atrás el mandato posmoderno y la estrategia del uso de la cita que definió al arte contemporáneo tal cual lo conocemos. Su instalación es una respuesta a un nuevo paradigma de época. Según Ginzburg: “El fenómeno mayor del siglo XXI es el Big Data controlado por una Inteligencia Artificial. Se instaura una nueva temporalidad de la existencia humana. A partir de ahora el futuro precede al pasado y al presente. Es la gran tesis que el filósofo Armen Avanessian desarrolló en su libro Miamification. Y es lo que vemos en el film Minority Report. Mi obra, afín de resonar con nuestro nuevo tiempo que es el futuro, no puede ser más un diario de viaje o un evento puntual en la naturaleza. Realizo, a partir de mis acciones en el mundo, loops, recursiones donde el efecto precede a la causa, donde el futuro crea al futuro. Lo que el sociólogo Thomas Merton llamó la "profecía auto-realizadora". Salimos completamente del régimen post-modernista de todo el arte contemporáneo que recurre a la cita, y planteamos un arte post-contemporáneo. No vivimos más en lo actual, pero según lo que nos predice el futuro tecnológico”.
La instalación de Ginzburg plantea un sistema de “loops” realizados en Madrid y Budapest que enlazan su experiencia socio-ecológica de más de cuarenta años con un viaje reciente por la ruta de la selva en Misiones en coincidencia con los cien años de la edición de Cuentos de la selva de Horacio Quiroga, a quien el artista considera un consumado futurista. Esta obra plantea también un diálogo con la fantasmagórica estadía de Marcel Duchamp en Buenos Aires entre 1918 y 1919.
Con esta muestra de Carlos Ginzburg, la galería Henrique Faria reafirma su compromiso en la puesta en valor de artistas argentinos y latinoamericanos que marcaron un camino alternativo para el arte conceptual.
Sobre el artista:
Carlos Ginzburg (1946, La Plata, Argentina) es un artista conceptual y teórico. A lo largo de su carrera, ha trabajado con críticos de arte e historiadores, como Jorge Glusberg, Germano Celant, Pierre Restany y Severo Sarduy. Ha realizado exposiciones individuales en 3e Rue Galerie, París; Susan Conde Gallery, Nueva York; Galerie Lina Davidov, París; el I.C.C, Antwerp; el Museo J. Paul Getty, Los Ángeles; y el Museo Carrillo Gil, Ciudad de México.
Recientemente su obra ha formado parte de las exhibiciones Memorias del subdesarrollo, Museo de Arte Contemporáneo de San Diego y Museo Jumex, Ciudad de México; Fotografía argentina 1850-2010: contradicción y continuidad, Museo J. Paul Getty, Los Angeles y Fundación PROA, Buenos Aires. Y ha participado en exposiciones colectivas en instituciones como Fondation Cartier, París; Museo Nacional Reina Sofia, Madrid; Wurttemburgischer Kunstverein, Stuttgart; la Fundación Slought, Filadelfia; Centre Pompidou, París; MoMA PS1, Nueva York; Moderna Museet, Estocolmo; Camden Arts Center, Londres; Encuentro Internacional de Artes, Pamplona; Centro de Arte y Comunicación (CAyC), Buenos Aires; Instituto Torcuato di Tella, Buenos Aires.
Su obra ha sido adquirida por el Museo J. Paul Getty, el Centre Pompidou, el Fondo Nacional de Arte Contemporáneo, París, y el Museo Nacional Reina Sofía, entre otros.
Ginzburg vive y trabaja en París desde 1972.