Gral. Hornos 238, Ciudad de Buenos Aires
Sala I Camila Rodrigo :: SIMULACRO
“Este grupo de imágenes trata de capturar el modo de vida de un grupo específico
de jóvenes limeños, a través de imágenes que se mantienen entre los límites de la
objetividad del documental y la simulación de la moda.
En esta idea de frontera, otro límite se crea entre la estetización cosmética de lo
cotidiano y la mirada claramente nutrida por una tradición de fotografía comercial y
de moda.
La duda que estas "snapshots" sean un documento objetivo o no, está relacionada
con el deseo de simulación con la que este grupo opera. Está clase de performance
continuo, parece una puesta en escena, en la cual es difícil separar lo real de la
ficción”.
Sala II Gihan Tubbeh :: VÉRTIGO
¨Vértigo, por intensidad de la contemplación y por deslumbramiento doloroso de la
consciencia. Vértigo de luz y placer, por lo real desparramado ante la mirada. Mundo
desplegado, desencuadrado, presto a ser recogido y condensado por el ojo que está
detrás del lente. Color negado en cada imagen, blanco y negro que concentra el
estallido de lo real sobre una angustia nacida del encuentro físico con las cosas.
Sobre el terreno poco acontece. Solo - de cuando en vez- emerge un caballo,
remonta vuelo un ave, revienta una ola, nace un rascacielo. Se incendia un cielo, una
casa se hace ruina. Una vida se derrumba, luego se eleva.
La situación está en la mirada y esta tiene un nombre. Gihan Tubbeh. Tiene norte, un
norte magnético. No telúrico, atmosférico: una vivencia territorial modelada por su
mente que experimenta el vértigo cuando queda expuesta a la belleza de lo que está
a la intemperie peruana, a la furia urbana paulista. Ella va en pos de la certeza del
értigo de la vida que se expande como energía sin límite. Se yergue allí con la
cámara en la mano y el cerebro fulminado por la luz ecuatorial, atravesado por
ráfagas de pensamiento cortante y arrepentimientos, acribillado y arrullado –
también-, por la soledad.
Esta visualidad se declara sin nombre. Nadie es dueño de nada, dice. Las imágenes
son de aquel corazón que despierta entre tinieblas y balbucea una palabra primera.¨
Jorge Villacorta Chávez, Lima, agosto de 2014.
Sala III: Javier Medina Verdolini :: TODOS MIS RECUERDOS DEL PARAGUAY
Curaduría: Cecilia Saurí y Sebastián A. Vriscella
“Esta serie de fotografías comienza inconscientemente en el año 1997 mientras
trabajaba en el proyecto sobre un barrio “Sajonia” de Asunción, cuyo nombre se
debe al hábito del Sr. Christian Heisecke - cónsul de la casa de Holanda y del
imperio Austro-Húngaro en Paraguay durante los últimos años del siglo pasado-
quien acostumbraba poner el nombre de SAJONIA (región de Europa de donde era
oriundo) a todas sus pertenencias.
Este barrio, estratégicamente enclavado en la margen norte de la ciudad y sitiado
por el gran rio Paraguay, fue escenario de muchos cambios a través de su historia.
Tal vez la anécdota que lo grafique con mayor sarcasmo sea la del escultor
paraguayo Herman Guggiari, hijo de Bruno Guggiari, intendente de Asunción en la
década del 30: “recuerdo que cuando mi padre inicio los trabajos que convertirían el
antiguo cementerio del Mangrullo en parque (actual Carlos A. López), lo que más
me impresiono fue ver los cabellos de quienes fueron enterrados en las tumbas
entre los escombros”
El proyecto se ampliará al ámbito de toda la ciudad con una línea fotográfica que
trasciende el ensayo clásico meramente descriptivo. Es fundamental documentar
un momento de la ciudad que cambia a ritmo vertiginoso, tanto en su estructura
edilicia como en los hábitos de la sociedad. En este devenir, hay lugares valiosos
que tienden a desaparecer por la modernidad, oficios que están en vías de extinción,
gente que se globaliza cada vez más en su cultura y la fotografía tiene el don de
graficar en un tiempo/espacio la huella relativamente fiable de lo que fue.
Cabe agregar que uno de mis principales estímulos para realizar este proyecto fue
revisar la obra del alemán Klaus Hening, fotógrafo autodidacta que vivió casi toda su
vida en Asunción, retratando aspectos de la vida cotidiana de la ciudad. Asimismo la
obra de Jesús Ruiz Nestosa, fotógrafo paraguayo, que al modo de los “new
topographics”, desarrolló una serie de vistas ciudadanas aparentemente estériles
edilicia como en los hábitos de la sociedad. En este devenir, hay lugares valiosos
que tienden a desaparecer por la modernidad, oficios que están en vías de extinción,
gente que se globaliza cada vez más en su cultura y la fotografía tiene el don de
graficar en un tiempo/espacio la huella relativamente fiable de lo que fue.
Cabe agregar que uno de mis principales estímulos para realizar este proyecto fue
revisar la obra del alemán Klaus Hening, fotógrafo autodidacta que vivió casi toda su
vida en Asunción, retratando aspectos de la vida cotidiana de la ciudad. Asimismo la
obra de Jesús Ruiz Nestosa, fotógrafo paraguayo, que al modo de los “new
topographics”, desarrolló una serie de vistas ciudadanas aparentemente estériles