Sargento Cabral 881 5º “K”
Tres grandes maestros de la abstracción constructiva componen la presente muestra creando un verdadero encuentro de notables del arte argentino.
Ary Brizzi perteneció al conjunto de artistas que han fundamentado su hacer en una estética centrada en el desarrollo del arte geométrico. Comenzó a destacar en ese lenguaje promediando los años 50. Recurrió a formas circulares, círculos cortados o líneas cortadas que crean relaciones y espacios dispuestos en forma irregular y asimétrica. Lo atraían los planteos más racionales de los artistas concretos. La pintura acrílica fue un elemento decisivo en su trayectoria, le dio un eficaz soporte a claridad de su lenguaje y respuestas certeras a sus búsquedas espaciales. En 1958, comenzó a exponer. Desplegando una importante cantidad de muestras, tanto individuales como colectivas, que lo llevaron en varias ocasiones a EEUU, varios países de Latinoamérica, Europa y Japón. Recibió diferentes premios, entre ellos: Adquisición de Pintura del Primer Salón de Arte Moderno, Nacional de Escultura en el Salón de Artistas Jóvenes de América Latina, Primer Premio de pintura de la Fundación Lorenzutti, Primer Premio a extranjeros en la Bienal de Quito, Segundo Premio del Salón Austral y Colombiano de Cali, Primer Premio de Pintura en el LIX Salón Nacional de Artes Plásticas del Salón de la Independencia Quito, Gran Premio de Honor, LXV Salón Nacional de Arte Plásticas.
Raúl Lozza comenzó a pintar a sus 15 años. En 1943, participó del grupo intelectual que editaba el periódico Contrapunto. Fue miembro fundador de la Asociación Arte Concreto Invención, en 1945, junto a Tomás Maldonado, Edgar Bayley, Alfredo Hlito y Lidy Prati, entre otros. Hacia 1947, se apartó de la Asociación y desarrolló su propia experiencia destinada a orientar la eliminación de toda representación ilusionista y afirmar la fidelidad del plano. Elaboró un método consistente en una nueva teoría relacional del color. Dicha teoría fue producto de estudios y de realizaciones de tesis en universidades a través de los años. En el transcurso de su vida, pronunció innumerables conferencias y difundió sus escritos. Participó en la edición de cerca de 7 periódicos de arte y cultura y realizó más de 40 exposiciones individuales en museos y galerías del país y del exterior. En el año 1993, la Fundación Batuz (Dresde, Alemania)inauguró dos salas permanentes con veinte obras del artista. El Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, en el año 1997, realizó una gran Muestra sobre el artista titulada:Retrospectiva 1939-1997. Asimismo,participó de la importante muestraArte Abstracto Argentinorealizadas en la Galleria DÀrte Moderna di Bérgamo, Italia y en la Fundación Proa de Buenos Aires en el año 2003.
Carlos Silva (1930-1987) fue artista plástico y escritor, diseñador gráfico y textil. Nació en Buenos Aires en 1930 y comenzó sus estudios en el taller de Vicente Puch. En 1949, participó en una exposición cubista, la que sería de gran influencia en su pintura, para luego derivar en el arte geométrico. En 1965, recibió el Premio Nacional Instituto Torcuato Di Tella. Expuso en numerosas galerías porteñas, en Chicago, Nueva York, Caracas y en las muestras colectivas de la Bienal de San Pablo en 1965 y en Pintura Argentina en 1971 en Suiza, Proyección y Dinámica en 1973 en el Museo de Arte Moderno de París y Arte Argentino en 1980 en Japón. Para Silva, la pintura era un hecho vital que tenía que ver con la experiencia de vida, pero también la veía como un producto de la racionalidad, de la capacidad intelectiva y ordenadora del hombre, con sus máximas cualidades de abstracción y síntesis. En ese sentido su pintura era una verdadera síntesis de esta creencia. Por una parte, atrae sensorialmente a través del cromatismo, de efectos de ilusión óptica, espacios virtuales y recursos que tienen que ver con lo formal. Pero al mismo tiempo, hay una estructura conceptual, un modelo ideal que subyace y hace posible la percepción. Las series progresivas lo llevan al infinito; paradigma del principio y del número.