Museo Lozza
9 de Julio 66, Alberti, Pcia. de Buenos Aires, Argentina
Curadora: Carla Rey
Presentación del libro grupal “Abracadabra” y colección “Basta de palabras “
La muestra exhibe Libros de artista y gráfica expandida que toma el espacio con la palabra y la acción. Participan: Albanece Raúl || Barenghi Nora || Benaim Mariel || Blasbalg Silvana || Bonta Vero || Caballero Marcela || Casado Paz Graciela || Cora adriana || De Sá Alejandra || De La Rúa Beatriz || Djensonn Ingrid || Diaz Daiana || Erman Ana || Fiocchi Candela || Foggia Maria Ester || Gaetano Valeria || Gauvry Floki || Gendin Mirta || Kerer Silvia || Holzkan Silvia || Insaurralde Natalia || Juárez Gabriela || Manchado Graciela Margulis Lilian Neumeyer Sara || Redruello Stella || Rey Carla || Salas Patricia || Serrano Virginia || Stile Claudia || Soruco Nora || Tángaro Cecilia || Traverso Denise || Vallina Paloma || Villarreal Norma || Werthein Ana Lía.
Sobre el Libro de Artista
El libro de artista es una obra de arte. Su particularidad es articular diferentes lenguajes artísticos, de formas variables y contenidos diversos.
Ocupa su lugar en la esfera artística contemporánea como un modo de experimentación creativo que permite conjugar en su composición el motivo temático (el concepto) y el motivo concreto (el objeto). El libro de artista implica un vacío, un abismo, que se corporiza en el canje de dimensiones. El artista parte desde la bidimensionalidad de la hoja en blanco, la interviene, la corrompe, la vulnera y alcanza el estado tridimensional del libro-objeto: es el traspaso del significado del texto al volumen real.
Cada trazo, cada doblez, cada textura, habla del artista y le habla al lector recreando infinitas interpretaciones. Quien busca admirar un libro de artista supera la categoría de lector para convertirse en espectador activo. El libro de artista es una obra de arte que se crea para ser alterada continuamente, no sólo cuando el espectador la atraviesa con su mirada, cuando la toca, la abre, la observa, la huele; sino, también, cuando recrea dentro de sí el mensaje que la obra le comunica. Entre el libro de artista y el espectador/actor se establece una complicidad que supera el placer estético.